La edil de Facenda negocia un nuevo crédito para saldar las deudas contraídas con los proveedores y garantizar recursos a las concejalías
La denegación del expediente de modificación de crédito por valor de 2,4 millones de euros por parte de los tres grupos de la oposición del Concello de Ourense el pasado viernes en el pleno municipal, ha supuesto un duro revés para el gobierno local del Partido Popular, que hace "encaje de bolillos" para cuadrar las cuentas y poder saldar las deudas que mantiene con los proveedores, una de las consecuencias de gobernar en minoría, con diez concejales de los 27 que componen la Corporación, y de no contar con un presupuesto actualizado, funcionando con uno prorrogado.
La propuesta de los populares conllevaba el reconocimiento de una serie de deudas contraídas por valor de 1,4 millones de euros durante el pasado ejercicio que no pudieron abonarse, entre los que destacaban las partidas para Ecourense, concesionaria del servicio de limpieza -723.000 euros- y para Gas Natural -algo más de 600.000 euros.
Sin embargo, la diferencia entre el reconocimiento de deuda y la modificación de crédito -un millón de euros- provocó el rechazo del PSOE, que a través de su portavoz, José Ángel Vázquez Barquero, explicó que hubiesen votado a favor si las cantidades hubiesen sido iguales, algo que no comparte la concejala de Facenda, Ana Fernández Morenza, que explica que la diferencia respondía a la necesidad de reponer el dinero de unas partidas que se utilizaron para abonar facturas en su momento.
"Los proveedores no podrán cobrar hasta que se apruebe una modificación de crédito. Con el presupuesto que teníamos este año se pagaron deudas y por eso pedimos el viernes un adelanto para reponer esas partidas, es dinero que ya pusimos. Nos asfixian, no es un momento fácil a nivel de gestión en estos momentos", explica Morenza, que ya ha mantenido una reunión con Vázquez Barquero para tratar de lograr su aprobación, en las próximas semanas, de una nueva modificación de crédito, aunque reconoce que, por el momento, "no hay buena predisposición".
Morenza explica que la denegación del crédito ahoga también a las diferentes concejalías, que ven como escasean sus recursos para llevar a cabo sus funciones rutinarias, complicando su labor. "Para poder trabajar hacen falta recursos, aunque está claro que lo primero es pagar a los proveedores", concreta la edil.
Riesgos
Cuestionada sobre si esto podría poner en riesgo alguna concesión o servicio municipal, Morenza confía en que no haya problemas en este sentido. "Esperemos que no se suspenda nada", indica la concejala, molesta especialmente con el PSOE, como ya se encargó de reflejar durante el debate del expediente en el pleno del pasado viernes, cuando reprochó a Vázquez Barquero "realizar la misma oposición que criticaba" y le acusó de "querer que no se le pagase a los proveedores municipales".
