Intermodal de Ourense, completar la variante exterior, la conexión con Lugo y la modernización de la línea ferroviaria a Vigo. Muchos retos todavía por delante en materia ferroviaria para la provincia y para lo que haría falta, si los plazos se cumplen decentemente, al menos una década entera, hasta el final de 2031.
La primera parte de la variante, hasta Seixalbo, está ya encarrilada y su finalización, como ya adelantó este periódico el pasado domingo, podríamos verla para el año 2026. Más enjundia requiere lo que está todavía en proyecto: cruzar Montealegre por un túnel y el Miño por un nuevo viaducto. De estar los proyectos en su fase final y si la licitación llegase a continuación, hablamos de bien avanzado el año 2022, la variante prometida por Ana Pastor para 2018 y por Íñigo de la Serna para 2023 estaría lista para que los trenes llegasen a la estación de Ourense por una plataforma de alta velocidad de verdad en 2028. ¿Estaría la estación de A Ponte concluida para entonces? Si se cumple el objetivo del Adif de licitar en los primeros días de 2022 (en el Diario Oficial de la Unión Europea había anunciado que la fecha sería el 31 de diciembre de este año), el edificio, la pasarela peatonal y el cubrimiento adicional de la playa de vías, esas tres obras estarían finalizadas para 2026. Hay que sumarle año y medio para la urbanización sobre los cubrimientos y dos años para el vial sobre la playa de vías, que podría hacerse simultáneamente a esas urbanizaciones y dejarían la estación concluida, en lo que a obras de construcción civil para 2028.
Pero para que el AVE llegue a esa estación recién terminada y pintada, hay que cambiar el esquema de vías actual, y de andenes. A la remodelación realizada hace un par de años por Ferrovial y Thales por algo más de 13 millones de euros habrá que darle una vuelta en el sentido literal, porque los trenes ya no entrarán por la vía vieja de Zamora, cruzando el Miño por el viaducto de hormigón armado construido hace más de 70 años, sino por dos vías que vendrán en paralelo a la vía de Monforte, por el barrio de O Vinteún y eso supondrá reconfigurar de nuevo la disposición de vías y andenes.
Más mejoras
En total, siete años y cerca de 570 millones de euros. Pero todavía no hemos resuelto las conexiones con Vigo y Lugo. Lo de Lugo parece más cercano. Ya hay obras en marcha y algunos contratos adjudicados, aunque falta lo de más enjundia: las variantes que facilitarán que el viaje entre Ourense y Lugo reduzca su tiempo de los 95 minutos actuales, que es lo que invierten los trenes más rápidos en recorrer los 117 kilómetros que hay entre ambas ciudades, a 60 ó 65, que es lo esperado en Lugo para que puedan llegar a Madrid en menos de tres horas y media.
¿Y Vigo? La ciudad que estuvo siempre más cerca de Ourense está ahora más lejos que nunca, hablando en términos ferroviarios. Hay que retroceder a la década de 1880 para encontrar el número de frecuencias que hoy día recorren la línea del Miño, a pesar de que sigue siendo el camino más rápido y mas corto entre ambas ciudades. Otra cosa es que logre reducir tiempos, como hace ahora, eliminando paradas intermedias. Lograr un viaje de 65 minutos Ourense-Vigo pasa por hacer la salida sur de la estación de Urzaiz (500 millones de euros) y dejar de echar parches sobre los derrumbes, mejorando como es debido la actual infraestructura entre Salvaterra y Ribadavia. La salida Sur está todavía en pañales, hablando en términos administrativos: trazar sobre el papel distintas alternativas para que una de ellas sea luego objeto del estudio informativo, redacción del proyecto constructivo, licitación de las obras y el sueño final, la ejecución. Un plazo mínimo de 10 años si todos los astros se alinean y los compromisos se materializan con paso firme.
