La familia de Brasil de Edilma Martines, la mujer de 50 años fallecida en el incendio de un piso en Covadonga el pasado 6 de enero, en la que murió también su amiga Valentina, ya acudió a los juzgados de Ourense para entregar las pruebas de ADN necesarias para identificar el cadáver. Rómulo, sobrino de Edilma, viajó desde Pernambuco (Brasil) hasta Ourense, tras un largo periplo de trabas burocráticas, con el objetivo de facilitar el reconocimiento del cuerpo de su tía, el más deteriorado, según fuentes de la investigación. Rómulo entregó ayer en el juzgado cuatro muelas del juicio de su tía, que la mujer conservaba en una casa de Brasil, según confirmó a este diario. También un mechón de su abuela, la madre de Edilma, que reside en Pernambuco. Estas piezas dentales y el cabello serán clave para los investigadores, que se toparon con el cadáver sin huellas dactilares a causa del incendio.
En estos casos, los forenses señalan que una prueba de ADN como la que aporta Rómulo es más que suficiente. Además, si tuvieran datos médicos (como una radiografía dental) de la víctima, también se podría comprobar su identidad. El siguiente trámite por el que tendrá que pasar la familia es el reconocimiento de pertenencias halladas en la vivienda de Covadonga. Después, podrán repatriar los restos mortales, el deseo de la familia brasileña.
Por el momento, se conoce que la causa del fallecimiento, en ambos casos, fue por asfixia, relacionada con la inhalación de humo.
