Las cifras de mortalidad en la provincia bajaron notablemente en lo que va de año, llegando a situarse por debajo de los guarismos de 2019, último año antes de la llegada de la pandemia.
En los diez primeros meses del presente curso fallecieron en Ourense 3.796 personas, un 8,75% por debajo de las 4.160 del mismo periodo de 2020, y un 1,86% menos que hace dos años, cuando se registraron 3.868 decesos hasta octubre. De hecho, las muertes de este año suponen el número más bajo desde 2016, cuando se dieron 3.711 fallecimientos. Las cifras indican que el aumento de mortalidad que trajo la pandemia comienza a quedar atrás, y, salvo hecatombe, el año cerrará por debajo de las 5.105 muertes de 2020.
El primer año del coronavirus incrementó sustancialmente los fallecimientos, que en Ourense venían muy estables. Desde el cambio de siglo, siempre se movieron entre los 4.400 y los 4.750 cada año, y solo por la pandemia se superó la barrera de los 5.000.
El ritmo de nacimientos sigue su tendencia a la baja y este año presenta las peores cifras de la historia. En los diez primeros meses de 2021, nacieron 1.199 niños, un 2,8% menos que en el mismo periodo del año pasado, cuando se registraron 1.234. El descenso es menor al de la media española, que fue del 3,01%, y de la gallega, del 3,66%.
En clave comunitaria, las cifras ourensanas son muy parecidas a las coruñesas (-2,46%), y mejoran los registros de Lugo (-4,23%) y Pontevedra, la que más nacimientos perdió, con un descenso del 5,1%.
En octubre nacieron 107 ourensanos, lo que lo convierte en el segundo peor mes del año (solo enero tuvo menos, con 90) y en el cuarto con la cifra más baja de la historia. Solo en marzo de 2018 (105), enero de 2019 (104) y el ya mencionado primer mes de 2021 nacieron menos personas en la provincia.n
