Una mujer halló en su finca de Verea 10 detonadores eléctricos

Una vecina de Verea halló 10 detonadores eléctricos (dispositivos para explosionar bombas y otras cargas explosivas) escondidos en la pared de una de sus fincas, en los alrededores de la localidad de Nigueiroá. La mujer estaba sembrando productos de huerta y, al intentar arrancar unas hierbas, descubrió los detonadores, que estaban envueltos en varias bolsas de plástico.
Sorprendida con el hallazgo, lo primero que hizo fue alertar a su familia, que acto seguido se puso en contacto con la Guardia Civil, que se hizo cargo de los artefactos explosivos, trasladándolos al cuartel de Celanova donde posiblemente hoy serán analizados por los expertos en explosivos (Tedax) del instituto armado.

La finca en la que fueron hallados los detonadores está cercana a una cantera de piedra, que lleva inactiva más de un año y en los últimos meses viene siendo objeto de numerosos robos de material.


CERCA DE UNA CANTERA

La Guardia Civil no descarta que los explosivos pertenecieran a la citada explotación de piedra y que fueran robados con el objetivo de venderlos a otra empresa para realizar voladuras o cualquier otro tipo de deflagraciones. De hecho, los agentes interrogaron ayer a los dirigentes de la cantera y a los trabajadores, aunque las pesquisas, según pudo saber este periódico, no arrojaron luz sobre los hechos.

El alcalde, Juan Antonio Martínez, aseguraba ayer desconocer la aparición de los detonadores eléctricos, al tiempo que se mostraba sorprendido porque 'en la cantera ya llevan más de un año sin utilizar material explosivo', aseguró.

Los detonadores están en perfecto estado de conservación y fueron escondidos en el lugar, según fuentes del instituto armado, entre uno y dos meses después de ser adquiridos, posiblemente en el mercado portugués.

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