el fiscal de violencia de género urge corregir esta disfunción cuanto antes en tanto que son ellas las víctimas
Mujeres que denuncian maltrato por parte de sus parejas se ven obligadas a dejar Ourense ya que el Centro de Recuperación Integral para mulleres vítimas de violencia de xénero, que depende de la Xunta, les asigna una plaza en casas de acogida de otras provincias, pese a que en la instalación de la ciudad existen camas libres.
Este hecho fue puesto en conocimiento del fiscal de Violencia de Género, Julián Pardinas, quien tomó cartas en el asunto en el día de ayer al entender que se trata de una disfunción que urge corregir cuanto antes. Al fiscal le consta el caso reciente de una mujer a la que se le asignó una plaza en la provincia de A Coruña, viéndose obligada a desplazarse allí con sus hijos de corta edad, que estaban escolarizados en la ciudad. Cada vez que tiene que declarar en el Juzgado de Instrucción 3, debe acudir en taxi, cuyo coste asume la Administración autonómica.
El fiscal entiende que existen recursos suficientes en los planes contra la violencia machista para garantizar la seguridad de las víctimas, especialmente vulnerables, en su entorno sin necesidad de obligarlas a desplazarse.La casa de acogida de mujeres víctimas de la violencia de género en Ourense cuenta
con 10 plazas y es la única de la comunidad autónoma gestionada por las monjas Adoratrices, una congregación religiosa que atesora una dilatada experiencia en la atención a las mujeres maltratadas, labor por la que ha obtenido varios premios.
Asimismo, en Ourense consta el caso de una mujer que el pasado año tuvo que dormir en el hogar del transeúnte al no serle asignada una plaza el día que denunció.
