Una Plaza Mayor completamente a oscuras acogió en la tarde de este viernes a cientos de ourensanos, que asistieron a un llamativo videomapping que volverá el 26 de diciembre
Una Plaza Mayor completamente a oscuras acogió en la tarde de este viernes a unos ourensanos expectantes que no dejaban de mirar hacia la Casa del Concello, en cuya fachada se podía leer: "Comeza ás 20,00 horas".
Poco antes de ese momento, cuatro coloridas bolas de navidad iniciaron la cuenta atrás y comenzó el gran espectáculo de imagen y sonido proyectado sobre la fachada, arrancando por primera vez en la ciudad un llamativo videomapping, que volverá de nuevo el 26 de diciembre. Bolas de navidad llenaron el Concello para caer estrepitosamente al suelo; copos de nieve, estrellas y lunas fueron ocupando sucesivamente la fachada, que también se transformó en un gran paquete de regalo, que adornó su propio árbol de navidad, y que recibió al mismísimos Papa Noel, mientras leía las cartas de los niños, y que finalmente se fue en su trineo.
Un avión y un tren de juguete recorrieron toda la pared de arriba a abajo, de izquierda a derecha. Todo ello perfectamente acompasado por una música dinámica y, por supuesto, de manera completamente virtual, pero con un gran realismo, tanto que el derrumbamiento del Concello casi pareció real. Diez minutos en los que en la plaza no se dejó oir nada, salvo algún sonido de admiración y aplausos, mientras los más pequeños bailaban al ritmo de la música. "Es alucinante", explicaba al final del espectáculo un joven Pablo a sus progenitores. Aún quedan dos funciones por delante que nadie se debería perder.
