Una segunda fase de sondeos arqueológicos delimitará el yacimiento rupestre de Barxacoba

La necrópolis de Parada de Sil exhibe sus secretos

Los arqueólogos comezaron el lunes la segunda fase de las excavaciones en el yacimiento rupestre. (Foto: MARCOS ATRIO)
El enclave de San Vítor de Barxacoba (Parada de Sil), situado en las cercanías de la desembocadura del río Mao con el Sil, podría convertirse en una de las necrópolis medievales más extensas del noroeste peninsular si se confirman las sospechas de los arqueólogos. Un grupo de voluntarios dirigidos por Eduardo Breogán Nieto inició el lunes una segunda fase de excavaciones para determinar si las tumbas del yacimiento se extienden por un área mayor a la descubierta en las primeras prospecciones realizadas en el 2010.
La hipótesis de que la necrópolis fuese el origen de la ocupación monástica de la Ribeira Sacra y de su organización territorial gana peso tras el hallazgo de cerámicas de cocina, que indican la presencia de un asentamiento poblacional. La localización de este enclave podría sacar a relucir otros secretos relacionados con las prácticas religiosas y los espacios sacralizados del alto y pleno medievo, cuyas etapas cronológicas se precisarán en esta segunda fase de las prospecciones.

Las investigaciones en torno al enclave partieron del análisis documental de los fondos albergados en los monasterios de Santa Cristina de Ribas de Sil, Santo Estevo, San Pedro de Rocas y San Vicenzo de Pombeiro. Estos estudios determinaron que la necrópolis y la capilla situada en sus inmediaciones perteneció hasta el siglo XII al monasterio de San Lourenzo de Barxacoba, para posteriormente integrarse en la orden de San Juan de Jerusalén.

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