Las reticencias del PSOE a incluir a Ourense en el Consorcio de Servizos Sociais promovido por la Vicepresidencia de la Xunta ha vuelto a tensionar al gobierno bipartito. Mientras Sánchez Vidal advierte de la pérdida de inversiones por 15 millones de euros, Francisco Rodríguez puntualiza que es el Concello el que debe marcar las necesidades especialmente el departamento socialista de Benestar. El rechazo a dejar en manos de la Vicepresidencia una gestión tan tentadora abre otra brecha en la ciudad.
El teniente de alcalde de Ourense, Alexandre Sánchez Vidal, hizo público el nuevo desencuentro, al explicar en rueda de prensa que el regidor socialista, Francisco Rodríguez, leva máis de seis meses paralizando a sinatura do Consorcio Galego de Benestar Social, iniciativa promovida por la Vicepresidencia de la Xunta, dirigida por el BNG.
Aunque Sánchez Vidal suavizó esta afirmación manifestando su convencimiento de que no se trata de una decisión de su socio de gobierno, sí rconoció que atende a unha estratexia de partido que ven de saír á luz pública nas últimas declaracións do presidente da Fegamp (Carlos Fernández, alcalde de Ames, había acusado a la Vicepresidencia de emitir normas con un punto de vista unilateral, sin contar con los municipios, tratando así de poner freno a la institucionalización de los servicios sociales que pretende la Vicepresidencia).
El líder local del BNG recordó que el PSOE le había pedido al PP, cuando estaban en la oposición, que firmasen el consorcio, dado que Ourense es la única ciudad que no está incorporada a la red gallega de Benestar Social. Por ello, para el BNG es sorprendente que ahora el regidor rehúse suscribir el acuerdo, que traería para a cidade a construcción, mantemento e xestión de cinco escolas infantís, centros de día e residencias para maiores e doentes de alzheimer e unha casa de acollida para mulleres víctimas de violencia de xénero. En total, Sánchez Vidal cifró en 15 millones de euros la inversión prevista, con la garantía de que la Xunta se encargaría de la gestión y el mantemiento de las futuras instalaciones.
Pero es la gestión de estos servicios el motivo que alega el alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, para no suscribir la firma del protocolo, al recordar que el área de Benestar Social municipal está adscrita al PSOE, tal y como se desprendió del pacto de gobierno, y su gestión le compete al Concello y a su propio grupo porque preferimos esta fórmula por ser máis eficaz que unha xestión mixta ou de competencia exclusiva da Vicepresidencia da Xunta. En este punto, el PSOE no está dispuesto a dejar la gestión de los servicios sociales en manos del BNG autonómico, por considerar que la gestión municipal, por su cercanía, é a que garante maiores niveis de eficacia e calidade.
Francisco Rodríguez agradeció expresamente a vontade do vicepresidente Quintana para dotar de infraestructuras á cidade, pero recalcando que hai que facelo partindo da base das necesidades reais, dado que, a su juicio, la propuesta del consorcio no se corresponde con las demandas de la ciudad, poniendo como ejemplo peticiones como la del Fogar do Transeúnte y un centro cívico. Aún así, el alcalde de Ourense indicó que el Concello permanece receptivo a establecer acuerdos con la Vicepresidencia, y concluyó afirmando que no están en peligro las inversiones, citando a una futura residencia en Barrocás para la que el Concello está buscando los terrenos necesarios para su creación.
Aunque Sánchez Vidal suavizó esta afirmación manifestando su convencimiento de que no se trata de una decisión de su socio de gobierno, sí rconoció que atende a unha estratexia de partido que ven de saír á luz pública nas últimas declaracións do presidente da Fegamp (Carlos Fernández, alcalde de Ames, había acusado a la Vicepresidencia de emitir normas con un punto de vista unilateral, sin contar con los municipios, tratando así de poner freno a la institucionalización de los servicios sociales que pretende la Vicepresidencia).
El líder local del BNG recordó que el PSOE le había pedido al PP, cuando estaban en la oposición, que firmasen el consorcio, dado que Ourense es la única ciudad que no está incorporada a la red gallega de Benestar Social. Por ello, para el BNG es sorprendente que ahora el regidor rehúse suscribir el acuerdo, que traería para a cidade a construcción, mantemento e xestión de cinco escolas infantís, centros de día e residencias para maiores e doentes de alzheimer e unha casa de acollida para mulleres víctimas de violencia de xénero. En total, Sánchez Vidal cifró en 15 millones de euros la inversión prevista, con la garantía de que la Xunta se encargaría de la gestión y el mantemiento de las futuras instalaciones.
Pero es la gestión de estos servicios el motivo que alega el alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, para no suscribir la firma del protocolo, al recordar que el área de Benestar Social municipal está adscrita al PSOE, tal y como se desprendió del pacto de gobierno, y su gestión le compete al Concello y a su propio grupo porque preferimos esta fórmula por ser máis eficaz que unha xestión mixta ou de competencia exclusiva da Vicepresidencia da Xunta. En este punto, el PSOE no está dispuesto a dejar la gestión de los servicios sociales en manos del BNG autonómico, por considerar que la gestión municipal, por su cercanía, é a que garante maiores niveis de eficacia e calidade.
Francisco Rodríguez agradeció expresamente a vontade do vicepresidente Quintana para dotar de infraestructuras á cidade, pero recalcando que hai que facelo partindo da base das necesidades reais, dado que, a su juicio, la propuesta del consorcio no se corresponde con las demandas de la ciudad, poniendo como ejemplo peticiones como la del Fogar do Transeúnte y un centro cívico. Aún así, el alcalde de Ourense indicó que el Concello permanece receptivo a establecer acuerdos con la Vicepresidencia, y concluyó afirmando que no están en peligro las inversiones, citando a una futura residencia en Barrocás para la que el Concello está buscando los terrenos necesarios para su creación.
