La próxima semana, clave para avanzar en las alianzas, con todas las opciones sobre la mesa
Días de tantear el terreno y de contactos informales entre los representantes de partidos políticos que tienen en sus manos la configuración de los próximos gobiernos de Concello de Ourense y Diputación, una ecuación en la que entran los cinco mismos partidos políticos pero con escenarios y plazos muy distintos en función de la institución.
Impera esta semana la reflexión y el análisis de las distintas opciones que se abren. Así, tanto el PP como el PSOE reunieron este jueves a sus órganos directivos a nivel provincial para valorar lo acontecido el domingo pasado y poner sobre la mesa el futuro de Concello y Diputación.
"Hasta la semana que viene no se debe mover la cosa", destacan fuentes de la ejecutiva socialista. El candidato a la Alcaldía, Rafael Rodríguez Villarino, aseguraba este jueves que los contactos con las otras fuerzas empezarán en breve, primero con DO, Ciudadanos y BNG, pero incluyendo después al PP, aunque en el PSOE son conscientes de que en el Concello las alternativas para conseguir el bastón de mando son dos: en minoría o con un pacto con los de Gonzalo Jácome, que ya ha avanzado que no facilitará una investidura de un alcalde sin 14 apoyos, que solo sería posible con el PP votando a su candidato, Jesús Vázquez, que explicó ayer que tampoco había mantenido ningún tipo de contactos.
"Imos esperar, é bo este impás para ver como se desenvolve todo. Todas as opcións son posibles", insistió este jueves el alcalde en funciones.
La pelea por la Diputación
Mientras que la batalla negociadora para definir el futuro del Concello de Ourense tiene un plazo más ajustado, al celebrarse la sesión de investidura el sábado 15 de junio, algo más de tiempo tendrán los grupos para pensar en la Diputación, con el presidente del PP, Manuel Baltar, insistiendo en que su formación, como grupo con 12 de los 25 diputados, tiene el "dereito" de gobernar, bien en minoría o negociando un pacto, preferentemente con Ciudadanos aunque sin descartar otras opciones.
Mientras, desde la formación naranja insisten en que será su comité negociador el que determine la posición de voto y, al igual, que el resto de fuerzas, no cierran la puerta a nada pese a crecer la presión sobre ellos para articular un pacto a cuatro con PSOE, DO y BNG para dejar al PP en la oposición.
"Hai unha opción de cambio, deben asumir a responsabilidade de rexeitar a etapa de Baltar e construír unha Deputación aberta, próspera e rexenerada", dijo el secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, sobre Ciudadanos, al que también se refirió la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, cuya formación dará todas las facilidades para afianzar una alternativa a los populares.
"Esperemos que amosen que non son unha marca blanca do PP e aposten por acabar coa corrupción e o caciquismo. Estamos falando de abrir una ventá de aire fresco nunha Deputación que é un lastre", afirmó la líder del BNG.
Baltar: "Os acordos, con quen pense que o proxecto do PP é o mellor para Ourense"
Beariz, municipio donde el PP obtuvo un apoyo del 89,42% el pasado domingo, fue el lugar escogido por el presidente del partido, Manuel Baltar, para reunir a su junta directiva y hacer balance de lo sucedido en los comicios y trazar la hoja de ruta de cara a las sesiones de investidura en concellos y Diputación, donde la pérdida de la mayoría absoluta deja a los populares en un escenario desconocido, aunque sin renunciar a seguir en el gobierno.
"Temos todo o dereito a reivindicar iso, volvemos ser os gañadores das eleccións. Agora toca escoitar, falar e pensar en clave de gobernabilidade, pero tendo en conta que os acordos serán con quen pense que o proxecto do PP é o mellor para Ourense e se garanta así a estabilidade", dijo Baltar a sus compañeros, recordando que "hai un candidato e un programa coñecidos, avalados polas políticas desenvolvidas nestes catro anos, con proxectos de relevancia en marcha e que non podemos permitirnos o luzo de paralizar".
Baltar también puso en valor los 462 concejales, ser la fuerza más votada y lograr 54 mayorías absolutas "nun escenario certamente complexo dada a tremenda fragmentación política" en las pasadas elecciones.
"Estamos razonablemente satisfeitos, aínda que compre analizar con máis tranquilidade e polo miúdo todos os datos", añadió el líder de los populares.
