Los niños rusos acogidos en Ourense se despiden hasta el próximo verano

Los niños rusos afectados por las consecuencias de la radiación de Chernóbil de 1986 y que pasaron el verano en Ourense se despedían ayer ante el alcalde, Francisco Rodríguez, y la concejala de Benestar Social, Marga Martín. La iniciativa de la asociación Ledicia Cativa, en colaboración con el Concello, busca, en palabras de su presidente, José Manuel Borrajo, 'recuperar la salud' de los pequeños, y 'que otras sociedades conozcan la riqueza de la nuestra'.
El grupo ruso está compuesto por siete niñas y un niño. Este pequeño de tan solo cinco años y llamado Xena 'se adaptó perfectamente', declara su madre de acogida, Sonia Marfil. 'Es impresionante ver su capacidad de adaptación', añade. 'Al principio nos costó un poco la comunicación y las comidas. Es una experiencia muy positiva a pesar de la impotencia que da el que no puedan venir todos', afirma Manuel Antonio Bolaño, padre de acogida de Xena.
La monitora Daria Toropova acompaña a los niños en este viaje para solucionar sus problemas. Toropova quiso agradecer 'el cariño con que nos tratan'.
Por su parte, Francisco Rodríguez reconoció la labor de las familias de acogida y agradeció la visita, porque 'es un honor'.

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