“No queremos subvenciones a la cámara, sino apoyo a sus proyectos'

Celso Barbosa, en la Cámara de Comercio.  (Foto: Xesús Fariñas)
Celso Barbosa accedió a la presidencia de la Cámara de Comercio en junio de 2010 y, a finales de ese año, se eliminaba la obligatoriedad del pago de cuotas a las entidades. Desde entonces están a la espera de una nueva Ley de Cámaras.
¿Cómo han sido estos dos años al frente de la Cámara?
Muy difíciles, de incertidumbre. La cuota era una fuente de financiación muy importante para las Cámaras -en la de Ourense era el 47% de su presupuesto- y aún no sabemos cuál será la nueva ley en que se van a determinar las funciones de las Cámaras y de dónde va a proceder la financiación. Pero creo que, mientras tanto, hemos realizado una labor muy importante para Ourense.

¿Cuándo estará la nueva ley?
Esperamos que salga a lo largo del primer trimestre de 2013. Ya debería haber estado desde finales del año pasado, para poder desarrollar el presupuesto conforme a esa nueva ley.

Precisamente han tenido que prorrogar el presupuesto de 2012. ¿Cómo condicionará el funcionamiento de la Cámara?
Las funciones y servicios seguirán siendo los mismos, pero el gran problema es la incertidumbre sobre qué va a pasar después. Quizá las Cámaras necesitaban una reestructuración, pero no de la forma en que se ha hecho. Son entidades de derecho público, nuestro presupuesto lo aprueba la Xunta, y desempeñan funciones muy importantes, puede que no reconocidas en gran parte de la sociedad, pero quienes entran en la Cámara con un problema, salen con una respuesta adecuada. Son sobre todo los pequeños y medianos empresarios los que, financieramente contribuían menos, pero los que más se benefician de nuestros servicios.

¿De dónde obtendrán recursos en el futuro?
No lo sabemos. Serán las administraciones públicas las que nos indiquen de dónde procederá la financiación. Dada esta situación, servicios que antes se daban gratuitamente ahora tendrán que cobrarse, pero no podrá ser a un precio de mercado, tendrá que existir una financiación para que sean económicamente rentables para la Cámara y para las empresas.

¿Cómo se están financiando?
De los servicios que ofrecemos, como los cursos o servicios de comercio exterior. Además, se ha acometido un plan de austeridad muy importante, que ha reducido gastos un 27%, sin perder eficacia en los servicios que ofrecemos. También es cierto que se está tirando de remanentes desde 2012 y se seguirá en 2013, pero eso tiene un límite.

¿Cuánto tiempo pueden sobrevivir así?
Si en un plazo muy corto de tiempo no existe una nueva ley que marque las fuentes de financiación, no tienen sentido las Cámaras. Si las instituciones públicas no confían en las Cámaras, habrá que cerrarlas. Es la cruda realidad.

¿Contempla la desaparición?
No, mi idea no es esa. Ya lo he dicho más veces: yo no voy a ser el que cierre la Cámara de Comercio, porque es muy importante para la provincia. Nosotros defendemos a todos los empresarios, independientemente de su tamaño. No puede eliminarse una marca internacional como son las Cámaras de Comercio, que existen en todos los países del mundo (excepto dos) y están en continua comunicación.

¿Será necesario pedir ayuda o recortar personal?
El personal que tenemos actualmente, 20 trabajadores, se ajusta a las necesidades que tenemos. ¿Pedir ayuda? Nosotros no estamos para pedir ayuda, lo que queremos es el reconocimiento por todas las administraciones a los servicios ofertados. Solicitamos apoyo siempre vinculado a proyectos, no pedimos nada a fondo perdido. Son las instituciones públicas y agentes sociales los que van a mantener la Cámara: si ellos no creen que deban subsistir, serán ellos mismos los que la cierren.

¿Están encontrando ese apoyo?
De momento no. Y los números que ofrece la Cámara de Ourense son lo suficientemente importantes para que exista un reconocimiento de su labor. El año pasado, 4.000 empresas y autónomos han realizado consultas en la Cámara, hemos dado formación a 2.800 personas, tenemos 14 empresas en el Vivero, se ha ayudado a tramitar la creación de 89 negocios, 25 empresas han salido al exterior gracias al plan Foexga... Creo que esta labor debe ser reconocida. Esperamos apoyo de las entidades públicas para que financien las actividades de las Cámaras. Insisto, no queremos subvenciones a fondo perdido, sino apoyo a sus proyectos, y así lo pedimos a todas las administraciones.

Con respecto a la situación económica, ¿ha sido 2012 muy duro para la economía ourensana?
La crisis ha llegado un poco más tarde, la dependencia en Ourense de funcionarios y pensionistas es muy importante, y los recortes que han tenido han influido mucho en la provincia. Para las empresas, la situación es difícil, la mayoría dependía del consumo interno, que ha caído mucho. Ahora se están preocupando por el mercado exterior, pero es una tarea muy costosa, cuyos resultados se ven a largo plazo.

¿Sigue faltando financiación?
Es el problema más grave. Si los bancos a los que el Estado ayuda a arreglar sus balances, abrieran la mano en cuanto a exigencias en el crédito, ya habría un crecimiento muy importante.

¿Mejorará la situación en 2013?
Es difícil, pero confío en que el primer semestre al menos se llegue a una estabilización y luego empezar a ver la luz al final del túnel.

En varias ocasiones ha mostrado su especial preocupación la marcha de jóvenes.
La emigración actual es de gente cualificada y se quedará en el lugar donde los traten bien. Será muy difícil que retornen. Darle la vuelta será muy difícil, pero creo que hay que crear nuevas expectativas, fomentar la iniciativa emprendedora. Existen muchos recursos en Ourense que podemos desarrollar y hay personas que quieren hacer cosas productivas. Y también tenemos que ser más activos al reivindicar lo que necesita la provincia. n

Te puede interesar