Nocedo, aldea literaria

Blanca de la Rosa nació en la República Dominicana, en el seno de una familia humilde marcada por la emigración de su abuelo, de Nocedo do Val, una pequeña parroquia de Castrelo do Val que actualmente tiene poco más de 100 habitantes. Pronto emigró a Nueva York, donde trabajó como ejecutiva de una importante petrolera. El atentado de las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001, la marcó definitivamente para escribir su novela más personal. Un retroceso a sus antepasados. El avión que no cogió "El avión que se estrelló en el Pentágono era el mismo vuelo que cogía todos los meses para ir a Los Ángeles y que había cancelado cuatro días antes. Me costó superar el sentimiento surrealista de incredulidad y comenzar a procesar la verdadera magnitud de lo que había sucedido. Siempre que había cruzado la puerta de embarque del vuelo 77 de American Airlines, me había acompañado una sensación de mal augurio", escribe en su novela "En busca de un mañana mejor" (editorial Angels Fortune). La historia es mucho más que aquel acto terrorista que la marcó tanto, aún sin ser una de las víctimas del terrible suceso. Blanca de la Rosa, ya retirada del mundo de los negocios y residente en Virginia, escribe sobre su abuelo emigrante. Aquel niño de 16 años que dejó Nocedo do Val porque no quería hacer la mili y tuvo opción de viajar a Cuba. Con lo puesto. "Mi madre nos contaba cosas sobre su familia gallega desde que tengo uso de razón. Añoraba a su padre, estaba siempre pendiente de sus raíces. A mí me intrigaba saber cómo llegaron a República Dominicana, porque nunca me decían demasiado", explica la autora al otro lado del teléfono. Viajó a Nocedo do Val en más de una ocasión. La última visita se frustró por el covid: "Quise volver en abril, recorrer aquellos lugares otra vez, pero no pudo ser". Blanca de la Rosa refleja en el libro el "añoro que para mi abuelo era su aldea ourensana y la pesadez con la que vivió cuando se murieron sus padres y nunca pudo volver allí. Esa decisión le afectó toda su vida". “Mi abuelo estuvo solo" "En busca de un mañana mejor" ahonda en su propia historia familiar, desde el abuelo ourensano hasta la suya propia. "Yo emigré, pero mi historia es diferente. Él viajó solo, estuvo siempre solo. Yo me marché de República Dominicana con mi familia y muy pequeña", apunta Blanca de la Rosa. En la novela, escribe el sentimiento de "vagabundo" de su abuelo al llegar a Cuba. Era trabajador de la línea ferroviaria. "Él andaba siempre con una hamaca y un bulto, no tenía casa. Se sentía perdido pero cómodo en ese trabajo, porque requería irse moviendo". Mezcla de culturas Blanca de la Rosa empezó a escribir sus orígenes ourensanos en 2017. "Tenía anotadas todas las historias de mi mamá. Es mi novela más personal, fue difícil volver al pasado", dice. Aquí entra en juego la mezcla de culturas y el regreso a una infancia dura: "Somos europeos, africanos… Yo tenía el pelo rizo, los labios más grandes. Era como el mix de mi familia y no me parecía a nadie. Era el patito feo y eso me costó superarlo. Pero salí adelante, como siempre". La autora desea volver a Nocedo do Val. "Quiero recorrer los pasos de mi abuelo. La casa sigue ahí aunque la familia ya no es la dueña y está totalmente desbaratada por dentro. Pero como ya estuve en Galicia, pude ver la aldea y caminar y visualizar la vida de mi abuelo. Fue muy profundo, pero era necesario para mí caminar en sus pasos. Nadie sabe dónde está Nocedo do Val, pero con el libro quiero darlo a conocer". Asegura que volverá pronto a Nocedo.