El organismo remodela las antiguas oficinas de Tráfico para ampliar sus instalaciones en la ciudad

La nueva Confederación Hidrográfica asume la gestión de las cuencas del Miño y Limia

Exterior de las nuevas oficinas de la Confederación, en las antiguas dependencias de Tráfico. (Foto: Miguel Ángel)
La nueva Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, que también gestionará la cuenca ourensana del Limia, entró formalmente en servicio ayer, un día después de lo que estipulaba el Real Decreto de constitución del nuevo organismo de cuenca, que establecía la entrada en vigor antes del 30 de junio. De momento, los cambios no se notarán en la práctica, salvo por las obras que se realizan en las antiguas dependencias de Tráfico, que servirán para ampliar provisionalmente la sede, ya ubicada en O Posío.
La nueva Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, que gestiona también la cuenca del río Limia, ha comenzado formalmente a funcionar en Ourense tras su segregación de la del Norte, que ahora se denomina del cantábrico. El ámbito de la nueva confederación, de acuerdo con el Real Decreto de febrero de este mismo año, que establecía su constitución, será también el de los ríos que vierten en el Atlántico además del Miño, Sil y Limia, y que transcurren por más de una Comunidad autónoma, junto con sus afluentes.

De momento, no se percibirán cambios sustanciales en la gestión aunque sí en la ubicación, porque se remodelan ya las antiguas oficinas de la jefatura provincial de Tráfico (Curros Enríquez) para la ampliación de la sede principal que, provisionalmente y hasta la consecución de un edificio emblemático en el que situarla, seguirá en O Posío, al inicio de la calle Progreso. Por cierto que la ministra de Medio Ambiente, Rural y Marino, Elena Espinosa, visitará el jueves estas instalaciones, según informó ayer el diputado en Madrid Alberto Fidalgo.

El proceso iniciado para la apertura de la nueva Confederación incluye el traslado de archivos y expedientes y ampliación de la plantilla actual de 140 personas en toda Galicia, que podría estar terminado en otoño, según declaró el presidente en funciones, Jorge Marquínez.



El reto de la nueva depuradora

La segregación de la Confederación del Norte para crear la del Miño-Sil y Limia permite la gestión de un tema clave para la ciudad, la ubicación y construcción de una nueva depuradora de aguas residuales y, desde la ciudad de Ourense, de la mayor cuenca hidrográfica del norte de España, 19.883 kilómetros cuadrados (el 51% de a del Norte) que, por el momento, seguirán bajo la tutela de Jorge Marquínez, presidente de esta última y en funciones del nuevo organismo de cuenca recién entrado en vigor. Con todo, está pendiente la designación de un nuevo presidente, un nombre aún por decidir pero para el que ya se postuló en reiteradas ocasiones el lucense Francisco Fernández Liñares, concejal de López Orozco en Lugo, que habría exigido la designación de una persona de su confianza tras perder la ubicación de la sede central de la entidad en bene ficio de Ourense.

La nueva Confederación mantendrá los 140 puestos de trabajo que ya contabilizaban sus oficinas de la ciudad (donde se halla la sede central) más las de Ponferrada, Pontevedra y Lugo. Pero la Confederación, según han asegurado en Oviedo, donde aún está el presidente en funciones, podría ampliar la plantilla en función de las nuevas necesidades y competencias que conlleva la segregación.


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