PSOE y BNG aprobaron inicialmente el documento en un tenso pleno en el que se abstuvo el PP pese a sus duras críticas

El nuevo PXOM 'devolve o respeto ó urbanismo da cidade', dice el alcalde

Soto, a la derecha, en su primera intervención. A su lado, Vázquez Barquero. Al fondo, el alcalde, y la pantalla con planos y documentación. (Foto: X. FARIÑAS)
Como estaba previsto, los 14 votos del gobierno municipal socialista y del grupo nacionalista permitieron aprobar inicialmente el nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), el documento que marcará el urbanismo de la ciudad en los próximos 20 años. El grupo popular, muy crítico con el documento por la reducción de suelo urbanizable y de las posibilidades de desarrollo en el perímetro rural, se abstuvo, sin embargo, en la votación; DO se pronunció en contra, apelando a un informe desfavorable del interventor no vinculante.
El nuevo Plan es, según la edil responsable, Aurea Soto, un proyecto de ciudad que contempla el crecimiento residencial donde lo permite la topografía -hacia el oeste, desde Seixalbo hasta O Couto y A Carballeira-, que reduce la previsión de nuevas viviendas a apenas 20.000, que libera terrenos del ferrocarril en A Ponte -por el AVE- y que contempla el Plan estratégico termal en As Burgas y en la futura ronda paralela al río Miño, en O Pino.

Aprobado inicialmente, el Plan se pone ahora 'á disposición dos cidadáns' -en palabras del alcalde, Agustín Fernández-, lo que ocurrirá realmente cuando se publique en el Boletín Oficial de la Provincia y se exponga durante tres meses al público en el nuevo centro cultural del Banco de España.

Del planeamiento que promovió el exalcalde Manuel Cabezas, el Plan de 2003 -cuya anulación judicial obligó a adelantar la redacción del documento actual-, sólo se conservan los proyectos contemplados en la ordenación provisional: iniciativas de interés general propuestas por el Concello y 15 suelos privados introducidos por la Xunta de Galicia, la mayoría interesantes recalificaciones urbanísticas en fase de desarrollo o tramitación que proceden igualmente del planeamiento de Cabezas. Precisamente, la anulación de ese PXOM provocó que en este momento el urbanismo de Ourense se encuentre tutelado por el desafado Plan de 1986, una ordenación provisional muy frágil y una auténtica avalancha de reclamaciones patrimoniales.


EL DEBATE

La aprobación inicial asegurada no impidió el tenso debate de hora y media, que cerró el regidor, señalando que con este documento se ha devuelto 'o respeto cara o urbanismo da cidade'. Fernández lamentó la abstención del PP y agradeció el apoyo nacionalista, que, recordó, también participó en el inicio de su redacción, cuando el BNG cogobernaba la ciudad. El recuerdo del Plan de 2003 fue una constante en el debate, a veces más que la defensa del nuevo documento, y el regidor repitió hasta la saciedad que 'o PP aprobou un plan ilegal', por eso pensó que ahora, a modo de 'remordemento de conciencia', apoyaría el modelo de planeamiento concebido por el gobierno socialista; todo para que Ourense salga, urbanísticamente hablando, de la 'longa noite de pedra' a la que lo condujo la gestión popular.

Agustín Fernández replicaba de este modo a una crítica intervención del portavoz del PP, Rosendo Fernández, que reprochó la falta de información a los ciudadanos y a los colectivos sociales y económicos; realmente, dijo, el Plan nuevo no es sino 'unha utopía', un documento 'sen ambición, non xestionable nin viable', donde además se produce una absoluta 'falta de consideración' hacia la iniciativa privada, debido a la drástica reducción de suelo, 'que é o que interesa ós cidadáns'.

En el lado nacionalista, Xosé Somoza, el portavoz, se cuidó de precisar que el apoyo de su grupo al Plan no es un cheque en blanco: 'Vale para unha aprobación inicial, para abrir a fase de exposición pública' pero su grupo no lo apoyaría si ésta fuese la aprobación provisional. El BNG está de acuerdo con las líneas generales del documento, pero no así al descender al detalle, como por ejemplo cuando quedan fuera de ordenación numerosas casas del perímetro rural.

Por ello planteó una segunda exposición pública del documento, una vez que se resuelvan las alegaciones presentadas que, auguró, serán miles. Al fin y al cabo, se trata, dijo, de 'non caír no erro' del Plan de 2003, donde diversa planimetría expuesta al público no se correspondió con la aprobada posteriormente, con mucha mayor recalificación.

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