El promotor y demás propietarios con terrenos donde el Concello y la Universidad pretenden desarrollar el proyecto de Francisco Mangado en el Campus ha dado un nuevo paso en su lucha contra la iniciativa de ambas instituciones públicas, que también se deriva hacia la situación legal de la residencia universitaria As Lagoas, construida precisamente en terrenos de su propiedad.
La residencia carece de licencia de apertura y actividad pero sí la tiene de obra, aunque ayer mismo, el abogado de los demandantes, Antonio Feijóo Miranda, planteaba en el Concello, mediante un escrito que entró también ayer por Registro, la caducidad de esa licencia de obra otorgada en su día a este recinto universitario, a instancias de Siresa Noroeste, la empresa que lo construyó y lo gstiona. Lo pide así porque, alega, no se ha producido la urbanización del entorno que tenía que haberse ejecutado simultáneamente con la edificación del complejo estudiantil. Y, precisa Feijóo, el reglamento de gestión urbanística 'es muy claro: la no ejecución de las obras de urbanización determina la caducidad de la licencia, impidiendo el uso de lo edificado'.
Pero, además, advierte de que se produce la 'paradoja' de que la suspensión de licencias que adoptó el Concello para tramitar la modificación puntual del PXOM impide ahora precisamente abordar la urbanización del entorno de la residencia y, si esa urbanización no se realiza, tampoco se podrá conceder una nueva licencia (una vez caducada la actual) ni tampoco autorizar la ocupación del edificio.
El escrito deberá ser contestado por el gobierno municipal, que precisamente el próximo viernes pedirá al pleno la ratificación del acuerdo de recurrir contra la Comisión Superior de Urbanismo que frenó el proyecto urbanístico del Campus asumiendo, entre otros argumentos, los del promotor personado en el proceso.
Pero, además, advierte de que se produce la 'paradoja' de que la suspensión de licencias que adoptó el Concello para tramitar la modificación puntual del PXOM impide ahora precisamente abordar la urbanización del entorno de la residencia y, si esa urbanización no se realiza, tampoco se podrá conceder una nueva licencia (una vez caducada la actual) ni tampoco autorizar la ocupación del edificio.
El escrito deberá ser contestado por el gobierno municipal, que precisamente el próximo viernes pedirá al pleno la ratificación del acuerdo de recurrir contra la Comisión Superior de Urbanismo que frenó el proyecto urbanístico del Campus asumiendo, entre otros argumentos, los del promotor personado en el proceso.
