Ocho embalses ourensanos han sufrido una merma importante de su valor con los nuevos criterios de valoración catrastal, debido a la antigüedad de las presas, lo que dejará un descenso de hasta el 80% en los ingresos de algunos concellos.
La nueva normativa aprobada por el Gobierno central el pasado 2 de noviembre sobre las normas técnicas de valoración catastral a aplicar en los Bienes Inmuebles de Características Especiales (BICES) y a ejecutar ya en los impuestos municipales de 2008 no deja a la provincia muy bien parada.
En ocho embalses de la geografía ourensana (Bao, Cenza, Mourela, As Conchas, Castrelo de Miño, Velle, Cachamuiña y A Frieira), que afectan a 24 concellos de la provincia, el valor catrastal se ha visto notablemente mermado en relación al año anterior debido, fundamentalmente, a la antigüedad que tienen estas presas, algunas con más de 40 años, y que convierten a Ourense en la provincia gallega más perjudicada.
La reducción del valor catastral llega hasta el 45% en alguno de ellos, tales como los de Bao, Cenza y Mourela, que el pasado año tenían un valor de 55.455.357 euros y el actual se queda en 30.180.112,63 euros; o el de Castrelo de Miño que pasa de 16.142.741 euros a 9.351.231,77, según los datos hechos públicos ayer por el senador del BNG, Xosé Manuel Pérez Bouza. En este último, además, al aplicarséle los índices correctores por la antigüedad de la construcción, los ingresos a percibir por el Concello por el impuesto de este bien inmueble especial descienden hasta cerca del 80%, pasando de unos 240.000 euros anuales a rondar los 40.000.
En la nueva valoración catastral se hace una actualización de criterios como la extensión del embalse, los metros cuadrados de presa en alto y ancho, o la capacidad de producción de energía, entre otras cuestiones. Y aunque la valoración catrastal de estas presas bajó, no afecta por igual a todos los concellos. El es caso, por ejemplo, de Coles y la presa de Velle: la construcción tiene menos valor pero para el Concello es la primera vez que va a tributar por ella dado que ahora ya no sólo se tiene en cuenta el lugar de producción (Ourense), sino también la cola.
Compensar las pérdidas y valorar los parques eólicos
El senador del BNG, Xosé Manuel Pérez Bouza, entiende que los cambios en una normativa non poden ser para modificar á baixa as condicións que xa tiñan os concellos. Por eso, ha presentado un moción a la mesa del Senado en la que reclama al Gobierno central que habilite una partida presupuestaria para compensar la merma en los ingresos que van a sufrir los concellos afectados. Además, solicita que se tenga en cuenta la sentencia del Tribunal Supremo en la que se recoge que los parques eólicos deben ser considerados también Bienes Inmuebles de Características Especiales. Hoy, alega, no los está incluyendo y, por lo tanto, o Catastro no ten feita unha valoración polo que os concellos non poden cobrarlle o IBI a las empresas titulares.
El BNG inicia así una campaña que se completa con otra moción similar a presentar en la Diputación provincial y en los concellos afectados. El teniente de alcalde de Pereiro, Manuel Doval, desconocía ayer las dimensiones que la nueva valoración castastral podía afectar al Concello, pero puntualizó que los presupuestos municipales son muy ajustados y necesitamos de ese dinero para trabajar.
En ocho embalses de la geografía ourensana (Bao, Cenza, Mourela, As Conchas, Castrelo de Miño, Velle, Cachamuiña y A Frieira), que afectan a 24 concellos de la provincia, el valor catrastal se ha visto notablemente mermado en relación al año anterior debido, fundamentalmente, a la antigüedad que tienen estas presas, algunas con más de 40 años, y que convierten a Ourense en la provincia gallega más perjudicada.
La reducción del valor catastral llega hasta el 45% en alguno de ellos, tales como los de Bao, Cenza y Mourela, que el pasado año tenían un valor de 55.455.357 euros y el actual se queda en 30.180.112,63 euros; o el de Castrelo de Miño que pasa de 16.142.741 euros a 9.351.231,77, según los datos hechos públicos ayer por el senador del BNG, Xosé Manuel Pérez Bouza. En este último, además, al aplicarséle los índices correctores por la antigüedad de la construcción, los ingresos a percibir por el Concello por el impuesto de este bien inmueble especial descienden hasta cerca del 80%, pasando de unos 240.000 euros anuales a rondar los 40.000.
En la nueva valoración catastral se hace una actualización de criterios como la extensión del embalse, los metros cuadrados de presa en alto y ancho, o la capacidad de producción de energía, entre otras cuestiones. Y aunque la valoración catrastal de estas presas bajó, no afecta por igual a todos los concellos. El es caso, por ejemplo, de Coles y la presa de Velle: la construcción tiene menos valor pero para el Concello es la primera vez que va a tributar por ella dado que ahora ya no sólo se tiene en cuenta el lugar de producción (Ourense), sino también la cola.
Compensar las pérdidas y valorar los parques eólicos
El senador del BNG, Xosé Manuel Pérez Bouza, entiende que los cambios en una normativa non poden ser para modificar á baixa as condicións que xa tiñan os concellos. Por eso, ha presentado un moción a la mesa del Senado en la que reclama al Gobierno central que habilite una partida presupuestaria para compensar la merma en los ingresos que van a sufrir los concellos afectados. Además, solicita que se tenga en cuenta la sentencia del Tribunal Supremo en la que se recoge que los parques eólicos deben ser considerados también Bienes Inmuebles de Características Especiales. Hoy, alega, no los está incluyendo y, por lo tanto, o Catastro no ten feita unha valoración polo que os concellos non poden cobrarlle o IBI a las empresas titulares.
El BNG inicia así una campaña que se completa con otra moción similar a presentar en la Diputación provincial y en los concellos afectados. El teniente de alcalde de Pereiro, Manuel Doval, desconocía ayer las dimensiones que la nueva valoración castastral podía afectar al Concello, pero puntualizó que los presupuestos municipales son muy ajustados y necesitamos de ese dinero para trabajar.
