El Juzgado de Ribadavia albergó ayer un capítulo más en el procedimiento penal por presunta malversación de caudales públicos y falsedad documental abierto contra el delegado de la Xunta en Ourense, Rogelio Martínez, durante el tiempo que este ejerció como presidente del Centro de Iniciativas para el desarrollo del Val do Miño (Ceivam), cuando era alcalde de Arnoia.
El juez citó ayer a declarar, a petición de la defensa, a cinco trabajadores de una empresa constructora implicada en el caso. Según la acusación, las manifestaciones de los testigos fueron 'irrelevantes' porque están documentalmente acreditados los indicios de criminalidad por la Audiencia provincial (el ente ourensano ya desestimó en dos ocasiones la negativa del Juzgado de Ribadavia de investigar el caso, al considerar la existencia de delitos graves). Asimismo, aseguran que se trata de una maniobra de la defensa para seguir dilatando un procedimiento que se abrió hace siete años.
El abogado de la asociación 'Polo progreso do Ribeiro' (que se sumó a la denuncia presentada por el BNG de Arnoia en 2006), tildó los testimonios de 'tomadura de pelo' y enfatizó que la instrucción está finalizada y que el juez debería tramitar el auto de procesamiento.
En esta misma línea se manifestaba el presidente de la asociación comarcal y senador socialista, Miguel Fidalgo Areda, que aseguró que 'quieren evitar el auto de procesamiento para no responder políticamente', al tiempo que recalcaba que 'es inadmisible' que la Justicia entre al juego de los tiempos políticos de determinadas personas.
El abogado de la asociación 'Polo progreso do Ribeiro' (que se sumó a la denuncia presentada por el BNG de Arnoia en 2006), tildó los testimonios de 'tomadura de pelo' y enfatizó que la instrucción está finalizada y que el juez debería tramitar el auto de procesamiento.
En esta misma línea se manifestaba el presidente de la asociación comarcal y senador socialista, Miguel Fidalgo Areda, que aseguró que 'quieren evitar el auto de procesamiento para no responder políticamente', al tiempo que recalcaba que 'es inadmisible' que la Justicia entre al juego de los tiempos políticos de determinadas personas.
