La concesión de hipotecas en la provincia continuó cayendo durante el año pasado, retroceso que se debe fundamentalmente al segmento de vivienda, mientras que el de otro tipo de propiedades (rústicas, solares y otras fincas urbanas) se mantuvo en un nivel similar al del ejercicio precedente, según muestran los datos que el INE recoge de los registradores de la propiedad.
Así, durante 2012 se suscribieron un total de 1.977 préstamos hipotecarios en la provincia, un 20% menos que en el año anterior (2.467). El importe total por el que se endeudaron sus firmantes fue de 159 millones de euros (una media de 80.670 euros por préstamo), frente a los 219 millones del año anterior (algo más de 89.000 de media).
La mayoría de las hipotecas constituidas se corresponden a viviendas, en concreto, 1.071 en 2012, frente a 1.598 del ejercicio precedente, con lo que el descenso en este segmento alcanzó el 33%. En todo caso, el importe de los créditos firmados se redujo ligeramente, situándose en 94.600 euros de media, frente a los casi 96.400 del año 2011.
En lo que respecta a otras fincas urbanas (solares, locales) se incrementó el número de hipotecas concedidas y también su importe. Mientras, las fincas rústicas hipotecadas se redujeron levemente, aunque creció la cuantía por la que se endeudaron sus propietarios.
Otro dato destacado es el alto número de novaciones que continúan produciéndose, es decir, cambios de condiciones establecidas en los préstamos. El año pasado se realizaron 1. 563 que, si bien suponen un centenar menos que el año anterior, es una cifra que duplica a las que se registraban antes de la crisis y que se disparó a partir de 2009. Por el contrario, las subrogaciones de deudor (cambio de la persona que afronta el pago de la hipoteca) o de acreedor (cambio de entidad financiera) también son menores que en años anteriores.
La mayoría de las hipotecas constituidas se corresponden a viviendas, en concreto, 1.071 en 2012, frente a 1.598 del ejercicio precedente, con lo que el descenso en este segmento alcanzó el 33%. En todo caso, el importe de los créditos firmados se redujo ligeramente, situándose en 94.600 euros de media, frente a los casi 96.400 del año 2011.
En lo que respecta a otras fincas urbanas (solares, locales) se incrementó el número de hipotecas concedidas y también su importe. Mientras, las fincas rústicas hipotecadas se redujeron levemente, aunque creció la cuantía por la que se endeudaron sus propietarios.
Otro dato destacado es el alto número de novaciones que continúan produciéndose, es decir, cambios de condiciones establecidas en los préstamos. El año pasado se realizaron 1. 563 que, si bien suponen un centenar menos que el año anterior, es una cifra que duplica a las que se registraban antes de la crisis y que se disparó a partir de 2009. Por el contrario, las subrogaciones de deudor (cambio de la persona que afronta el pago de la hipoteca) o de acreedor (cambio de entidad financiera) también son menores que en años anteriores.
