Obituario | Olga Rodríguez González, una profesional de la excelencia

Mamá qué difícil se me hace escribir estas líneas. Nunca pensé que llegaría el momento de un “in memoriam” por ti. La dificultad radica más en el resumen que en el contenido. Tu vida desde joven se dividió entre Ourense y el pueblo. En Ourense estudiando, con libros de notas inmaculado (nunca un suspenso), en el pueblo ayudando a los abuelos. De esa juventud salió tu formación (maestra nacional) tus eternas amistades, un noviazgo con papá que acabó en matrimonio en febrero del 61. Qué bien elegiste mamá, no pudiste hacerlo mejor, con él formaste la familia que nos dio a mí y a mi hermano lo más preciado: la vida. Nos fuiste educando desde niños, en el trabajo, en la obediencia, en el respeto, en la bonhomía que nos acompaña siempre. Al tiempo cuidaste de todos los mayores que estuvieron en casa y que acabaron muriendo allí, allá, en tus manos, en tus santas manos. Toda la vida dedicada a los demás, a la familia primero, a los amigos después, sin fallo. Fuiste una profesional mamá, una profesional con mayúsculas, como solo tú supiste hacerlo, sin un reproche, sin un mal gesto, siempre con una sonrisa, antes tan intensa y después tan frágil, tan frágil mamá, pero sin quebrarse. Has conseguido la excelencia. Todo aquello que a lo largo de la vida nos enseñaron en distintas escuelas de negocios, ya lo habíamos experimentado y vivido contigo. Por eso somos humildes, amigos de los amigos, damos sin pedir nada a cambio, ayudamos a los que más lo necesitan, desprendidos, honestos. Por todo ello has podido comprobar en tu última despedida cuánta gente te quiere, y cuántos nos han arropado en estos duros momentos. Gracias por hacer que nos pareciésemos a ti. En mi último viaje a Lourdes te he traído agua bendita. El señor te llevó con él la semana que cuyo domingo se celebra la Virgen de Lourdes. Los creyentes sabemos que en esa semana la Santísima Virgen de Lourdes se lleva a los elegidos, y tú has sido una de ellas, mamá. A lo largo de tu vida has sido el hombro de todos, el abrazo eterno de todos, el ánimo, el empujón. No has creado una familia, has creado la familia. Por eso sufrimos tanto los que quedamos. Pocos días antes de partir, papá me dijo “Alejandro, a mamá vaise”; Eu díxenlle “non papá, a mamá non se irá nunca porque no que me quede de vida honrareina sempre porque é una santa”. Antes de partir estuvimos todos mamá, todos junto a ti para no dejarte sola ni un momento, hasta que poco a poco te fuiste apagando, sin ruido sin un mal gesto, tranquilamente, justamente. Ahora estás donde mereces estar porque eres Santa mamá, eres Santa. Al timón y al piano acabo de zarpar, solo. Con el olor a sal o alga fresca despliego la mayor, comienza la travesía. Rumbo fijo, no será larga Vélame y guíame No dejes que cambie de rumbo Y antes pronto que tarde arribaré A ti mamá, que me estás esperando.