La cultura del ahorro y el reciclaje de productos se instalan entre los hábitos de los ciudadanos

Objetivo: aprovechar hasta el último euro

Reparar los zapatos o los muebles antes que comprarlos nuevos, fumar tabaco de liar en lugar de la cajetilla (generalmente más cara), aprovechar el cultivo doméstico en ‘eidos’ y huertas, comprar carne por piezas y no por kilos, un acuerdo de convivencia antes que el divorcio o analizar con detenimiento cada compra que sale del bolsillo, son algunas de las consecuencias y fenómenos sociales que la crisis económica actual ha dejado en la provincia, y que poco a poco comienza a transformar los hábitos sociales.
Lejos de los cuatro millones de parados que actualmente tiene España, del crecimiento de los EREs temporales en las empresas o de la dificultad por conseguir, cambiar o mantener un empleo, la famosa crisis económica y financiera actual, de corte internacional pero con efectos particulares en cada país, ha provocado una serie de fenómenos sociales en las distintas comunidades, que repercuten en una transformación de los hábitos de consumo de la sociedad.

Ya sea por el miedo a las repercusiones negativas que aún pueden llegar o por la necesidad inmediata y tangible de ahorrar y apretarse el cinturón, lo cierto es que la sociedad ourensana comienza a realizar con más cautela sus gastos, adaptándose a una nueva situación, en la que hasta el último céntimo cuenta.


MENOS APUESTAS

Los que antes gastaban una media de 50 euros al mes en la lotería o en la quiniela, distribuyendo su gasto entre 10 o 15 euros semanales, ahora sólo lo hacen cuando hay grandes botes semanales o premios de verdadera importancia.

Y COSMÉTICA


Las farmacias de la ciudad, como la de Margarita Cobian o Bouzo también detectan un descenso en las compras que los clientes realizaban en productos de parafarmacia, principalmente en artículos de cosmética y los que no son primera necesidad. Otro dato peculiar que reportan es un incremento, ‘aunque muy ligero’, en la distribución de antidepresivos y ansiolíticos.


BANQUETES DISCRETOS

Otro de los sectores comerciales que han experimentado un cambio son las empresas especializadas en la gestión y organización de bodas, fiestas y banquetes. Tal es el caso de la empresa ‘Melior Producciones’, cuya responsable, María Caldelas, explica que ‘aunque el número de bodas no ha descendido de forma importante’, lo que sÍ ha sufrido una caída es la facturación con respecto a otros años, pues ‘las parejas quieren celebrar su enlace con presupuestos irrisorios; así, la única alternativa es reducir los lujos del festejo, y pensar en menos invitados y regalos más económicos’. En la misma línea se manifiestan desde las empresas ‘Bodas Ourense’ y ‘Event’, aunque esta última sí afirma que han sufrido algunas cancelaciones de boda, ‘porque tanto la novia como el novio ingresaron en el paro sin tenerlo previsto cuando planearon el enlace’. La pérdida del empleo es, pues, un factor determinante a la hora de organizar bodas.

LA NUEVA ECONOMÍA

LA HORA DEL RECICLAJE

José Antonio Quintela es propietario de los muebles Diéguez y Quintela. Para él, lo más curioso de la crisis, es que la gente ‘tiene miedo a gastar en muebles nuevos y costosos, ahora prefiere reutilizar los viejos, cambiar una puerta y así ahorrarse el gasto que tenían previsto’. Incluso explica que los muebles que antes yacían abandonados junto a los botes de basura, ‘han cobrado más valor, pues con un pequeño arreglo, pueden seguir siendo útiles’.


EL CHOLLO, EL ZAPATERO

El mismo fenómeno aparece también en las zapaterías. ‘La reparación gana terreno a la compras nuevas’, explica el zapatero Rafael Ficuciello, quien señala que la gente ‘prefiere arreglar un par de zapatos de calidad que invertir en unos de marca’. Aclara además que los clientes ‘tiran más al mercadillo, aunque en ocasiones ese mismo calzado lo arreglan para incorporarle una suela o algo que mejore su calidad’.


DE TRAJES DE BODA

Aunque el número de bodas y comuniones no ha descendido en Ourense ya sea por la ‘importancia del matrimonio en la sociedad, o por el incremento de niños extranjeros en la ciudad que hacen aquí sus comuniones’, según explican las hermanas y dependientas del comercio ‘Mayna novias’, Tati y Laila Garrido, ‘lo que sí es verdad es que las novias antes miraban su vestido y sin importarle lo adquirían, y ahora primero se mira el precio y luego los vestidos a elegir’.


A POR MARCAS BLANCAS

El gerente del Eroski Center de Ourense, Manuel Santeira, confirma que los productos de marcas blancas han tenido un repunte en los últimos meses. ‘La gente tira más de ellos, pues prefiere sacrificar la supuesta calidad de las marcas, por un ahorro para comprar más productos’.

‘En las épocas de crisis es cuando más acudimos a Dios’


Con la crisis económica no todo son malas noticias. Se sabe que en las épocas difíciles, cuando se vive una situación preocupante, el fervor religioso se reactiva, ‘pues cuando nos aprieta el zapato es cuando más acudimos a Dios, buscando nuevas esperanzas’, por lo menos así lo explica el canónigo archivero de la Catedral, Miguel Ángel González, quien aclara que aunque este ‘ligero’ incremento de fieles en las parroquias de la provincia ‘es casi imperceptible’, este fenómeno social representa una ‘gran oportunidad para transmitir el mensaje espiritual de la iglesia, entre todos los miembros de la congregación, sean o no asiduos a los actos religiosos y eucarísticos’.

Miguel Ángel González, quien en la actualidad oficia tres misas a la semana, dos en Santo Domingo y otra más en la Catedral de San Martiño, con una asistencia promedio de entre 30 y 50 personas, explica además que lejos del resurgimiento del fervor religioso provocado por la crisis, ‘lo que sí es una realidad en Ourense’ es que las familias de la ciudad se acercan cada vez más a Cáritas para ser parte de sus programas asistenciales’ y llevar de una mejor forma los efectos negativos de la economía actual, ya sea solicitando comida, prendas, medicinas u otro producto de primera necesidad.







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