La cantante Miren Iza, Tulsa, presenta hoy a las 20,30 horas en el Café&Pop Torgal, su último trabajo "La calma chicha", de la mano de SON Estrella Galicia.
Miren Iza y Tulsa, ¿conviven o se van distanciando?
Siempre es Tulsa, porque es una especie de escudo, la utilizo para eso. La distancia creo que es necesaria y sana.
Desde que nació La calma chicha ya ha pasado algún tiempo, ¿ha crecido?
El disco que hicimos en ese momento era el que teníamos que hacer, yo estoy muy contenta de cómo lo hicimos, fue un proceso muy largo, muy diferente para mí, más elaborado. el propio proceso de grabación me gustó mucho como experiencia. ahora, obviamente, hay cosas que las haría de otra manera, algo que me parece necesario como motor para empezar a trabajar en el siguiente. este trabajo, como fue muy elaborado, es difícil llevarlo al directo, así que, más bien, hago una interpretación del disco. Las canciones son elásticas, son las que mandan.
Las letras como simple acompañamiento, ¿son válidas para Tulsa?
Creo que sí, depende de lo que diga la música. Lo grande de esto es que, precisamente, no necesita mucho relato para emocionar. el ejemplo más claro es que cuando oyes algo en otro idioma te puedes llegar a emocionar igual. Cuando hay una letra que contiene algo más, creo que es como un plus, pero no pienso que sea necesario.
¿Cómo lleva las etiquetas musicales?
No es una cosa que yo pueda decidir, es algo que ocurre, quieras o no. es inevitable y nome importa lo cerca o lejos que me pueda sentir de ellas. La más cercana a mi realidad creo que es pop.
¿De dónde nacen sus canciones?
Intento conectar un poco la realidad externa con la interna, y ahí un punto de partida es una frase, que veo, leo...intento partir de alguna verdad, abuso mucho de lo propio y a veces meda pudor. Mi objetivo sería cantar con emoción cosas lejanas.
Un seguidor suyo definió su trabajo como “belleza de tristeza", ¿qué le parece?
Me parece muy bonito, pero la verdad es que éste es un disco que yo no veo muy triste. Lo intentaba llenar de luz, y si me dicen que es triste, me da tristeza. Pero eso está en la línea de que el que escucha es libre de sen- tir, interpretar y de recibir las cosas como lo viva.
¿Oímos o escuchamos la música?
Creo que es un momento de intoxicación sónica. es algo que está por todas partes, siempre en un segundo o tercer plano, y muchas veces es así como se pervierte la experiencia de escucharla. Tenemos que hacer el ejercicio de buscar el momento y el sitio adecuado, y todo el soniquete que hay alrededor, va a estar ahí, pero esa no es la experiencia, porque si no se va a odiar la música.
