Miles de conductores que iban dirección Ourense-Vigo sufrieron un atasco de 10 kilómetros durante horas por la tarde

Las obras en el túnel de O Folgoso causan kilométricas colas en la A-52

A las ocho y media de la tarde la cola serpenteaba por la autovía Rías Baixas Ourense-Vigo hacia la boca del túnel del Folgoso.
El mayor atasco de la Semana Santa en Galicia se localizó ayer en la autovía A-52 Rías Baixas, en sentido Ourense-Vigo, con una retención que atrapó a miles de conductores durante horas y que provocó una cola que llegó a alcanzar los 10 kilómetros, desde la entrada del túnel del Folgoso hasta la villa de A Cañiza.
La Dirección General de Tráfico (DGT) desplazó una patrulla para controlar el operativo del retorno tras las vacaciones, pero a partir de las seis y media de la tarde el único carril abierto en el paso subterráneo, todavía en obras de adecuación a la normativa vial, resultó insuficiente para dar abasto al fuerte caudal de vehículos que se dirigían hacia Vigo.
Según señalaron fuentes de la DGT, no hubo ningún incidente y el 'embudo' se produjo 'de forma natural' ante la imposibilidad de que la única boca abierta pudiera dar servicio a los miles de coches que en ese momento circulaban por la autovía.
Había la posibilidad de tomar el desvío por el monte -23 kilómetros en total por la Nacional 120 y el alto de Fontefría- pero la mayoría prefirió arriesgarse y circular a 10 kilómetros por hora de media, lo que supuso una hora de espera hasta cruzar el subterráneo, según señalaron en el control de la DGT de Galicia.
A las nueve y media de la noche todavía la caravana se mantenía con más de siete kilómetros en total y circulación muy lenta desde el túnel hasta Vigo, con la autovía colapsada, especialmente en su último tramo entre Porriño y Puxeiros, donde se volvieron a formar caravanas.

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