Lo preferido para disfrutar en la playa o en la piscina son las novelas de ficción sencillas

El ocio devora libros

Un ourensano disfruta de un momento dedicado a la lectura en las termas de A Chavasqueira. (Foto:  Xesús Fariñas )
Con la llegada del verano, los ourensanos emplean su tiempo libre en la lectura. Esto se traduce en un aumento en las ventas de los libreros. A pesar de todo, éstas no son suficientes. El nivel de lectura entre los jóvenes y adultos sigue siendo bajo.
El verano es una época propicia para que los jóvenes y adultos de la ciudad se adentren de lleno en el poliédrico mundo de la lectura y los libros. A lo largo del año, el trabajo o los estudios no suelen dejar demasiado tiempo para deleitarse con un buen ejemplar y las vacaciones brindan esa oportunidad.

Este aumento en el hábito de lectura en los meses estivales se ve reflejado en el sector librero, que incrementa en gran medida sus ventas. ‘En verano, la gente lee más y compra más libros’, asegura Pilar Rodríguez, la presidenta de la Agrupación de Libreros de Ourense. Esta librera comenta que hay gente que es lectora habitual y en ella no se aprecian cambios, pero también están los lectores ocasionales que sólo leen durante las vacaciones, una circunstancia que queda reflejada en las ventas.

José Manuel García, que regenta la librería Kathedra en el centro de la ciudad, coincide con la presidenta ya que percibe en su negocio un aumento en la venta tanto en esta época como en Navidad. ‘Con el tiempo libre en verano la gente aprovecha para comprarse esa novela que quiere leer durante el año y para lo cual no tuvo tiempo’.

El tipo de literatura preferida por los ourensanos para disfrutar en la playa o en la piscina suele ser la novela. ‘Novelas fáciles, sin mayores complicaciones, tipo ‘La sombra del viento’ de Ruíz Zafón o alguna de Matilde Asensi es lo que la gente acostumbra a leer en esta etapa’, comenta Pilar Rodríguez.

En esto está de acuerdo Benito Gómez, encargado del Centro Comercial Paseo La Región. ‘Durante las vacaciones de verano se nota mucho el aumento en las ventas, sobre todo en novelas de bolsillo, aunque también lo percibimos en guías de ciudades, mapas y callejeros’.

Sin embargo, en el caso de los niños la cosa cambia. Si durante el resto del año los pequeños son los más aplicados en la lectura, cuando llega el verano se toman un descanso. Rocío Quiroga, de la librería Yedra, dedicada fundamentalmente a la literatura infantil, confirma que en esta época del año las ventas son menores. También debido a que ‘en agosto la ciudad se queda vacía’.

A pesar de que en la etapa estival se le dedique más tiempo a la lectura, las ventas de libros siguen siendo bajas. Y el motivo no es que la gente busque alternativas como bibliotecas o préstamos, sino que ‘la cuestión fundamental es que en España no se lee’, afirma de forma rotunda la presidenta de la Agrupación de libreros. Rodríguez propone para paliarlo, que se realicen unas buenas campañas de fomento de la lectura y se le deje a la gente leer en el idioma que desee.

Te puede interesar