El fiscal solicita para él siete años de prisión, mientras que la defensa pide la libre absolución

Un octogenario será juzgado en marzo por el intento de homicidio de su compañero de piso

La sección segunda de la Audiencia juzgará en marzo a un octogenario acusado del intento de homicidio de su compañero de piso, de 75 años cuando ocurrieron los hechos, en marzo de 2005. El fiscal y la acusación particular le acusan de clavarle un cuchillo en el cuello y solicitan una pena de siete y ocho años de cárcel, respectivamente. La defensa, por su parte, reclama la libre absolución por considerar que no cometió delito, ya que afirma que clavó el cuchillo a su compañero para defenderse.
Un octogenario tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados de la Audiencia provincial acusado del intento de homicido del que era su compañero de piso, que tenía 75 años en el momento de los hechos, ocurridos el 17 de marzo de 2005 en la ciudad. Eran alrededor de las nueve de la mañana cuando el acusado, José L.N., que entonces tenía 80 años, salía del cuarto de baño y se encontró con la víctima. Ambos tuvieron un incidente y, según el fiscal, el agredido roció al acusado con un aerosol y el procesado, supuestamente. La acusación pública sostiene que la intención del presunto agresor era matar a su compañero de piso, mientras que la defensa alega que actuó en defensa propia y sin ánimo de matar.

La víctima sufrió una herida incisa que le produjo laceración de la vena yugular izquierda, entre otras lesiones que, según la acusación particular, ‘casi le cuestan la vida’. El escrito del Ministerio Público señala, además, que el acusado ya había agredido a la víctima tres días antes. Afirma que le clavó un cuchillo de cocina en el cuello en el transcurso de una discusión, si bien entonces no sufrió lesiones tan graves.

Las acusaciones pública y particular califican los hechos como un presunto delito de homicidio en grado de tentativa. El fiscal solicita para el acusado una pena de siete años de prisión, aunque, dada su avanzada edad, todo apunta a que no tendría que entrar en prisión -estuvo unos meses tras su detención-. Reclama, asimismo, que se le prohíba acercarse a la víctima a menos de 500 metros durante un periodo de 10 años y que pague una multa de 360 euros por una falta de lesiones. Del mismo modo, pide que indemnice a la víctima con 7.150 euros por las lesiones y las secuelas sufridas y al Sergas con 2.839 euros por los gastos sanitarios derivados de la asistencia prestada al agredido.

Por su parte, la acusación par ticular aplica la circunstancia agravante de alevosía, motivo por el que reclama ocho de años de cárcel para el procesado, así como una indemnización, cuyo importe no precisa en sus conclusiones provisionales. La defensa pide la absolución del acusado, al considerar que no ha cometido delito alguno.

El proceso, que culminará con la vista oral en la Audiencia -prevista para el 18 de marzo- fue iniciado como una falta de lesiones aunque el recurso de la acusación particular motivó que se tramitase como sumario.

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