INFRAESTRUCTURAS

Las ofertas por la estación de autobuses de Ourense bajan hasta un 23%

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photo_camera Parking de la estación de tren, donde se ubicará la nueva infraestructura.

La Xunta financiará las expropiaciones necesarias tras firmar un convenio con el Concello

El proyecto de la futura estación de autobuses, que se construirá junto a la actual terminal ferroviaria, continúa quemando etapas en su tramitación, que se inició a finales de febrero con la licitación de los trabajos, para los que se habilitaron 3,5 millones (IVA excluido).

Sin embargo, esa cantidad, como es habitual en un concurso de estas características, terminará siendo muy inferior una vez que se resuelva la adjudicación de la obra, cuyo inicio se prevé para este verano, tal y como ha manifestado en varias ocasiones la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez.

La apertura de las propuestas económicas de las 16 empresas que han mostrado interés en ejecutar la construcción de la estación de autobuses, con un plazo de ejecución de 12 meses, ha desvelado que las ofertas contemplan bajas de hasta un 23%, oscilando entre los 2,7 millones de la UTE Obras Caminos y Asfaltos - Opain y los 3,3 millones de Ferrovial.

Ahora, serán los técnicos de la Consellería de Infraestruturas los que evaluarán el contenido de las propuestas, ya que la adjudicación no dependerá solo de las propuestas económicas, sino también del proyecto y mejoras que presenten.

Tras el análisis de los aspectos técnicos (con una puntuación máxima de 100 puntos), los mejores valorados fueron la UTE Extraco-Construcciones Taboada y Ramos (92,75), la UTE Dragados-Arias Infraestructuras (91,75) y Ogmios Proyecto (89,75).

Más avances

Lo que sí está encauzada es la tramitación de las expropiaciones, una vez que Concello de Ourense y Xunta hayan firmado un convenio para que sea la administración autonómica la que financie estos trabajos.

La nueva estación intermodal cambiará radicalmente el aspecto de la zona, ya que desaparecerá el aparcamiento en superficie, el actual supermercado o el puesto de Coren, además de obligar a derribar edificios propiedad de Adif e inutilizar algunas vías ferroviarias. 

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