Once vagones del Tren-Hotel que cubre la línea Madrid-Vigo-A Coruña descarrilaron en la madrugada en el túnel de O Bolaño, en Castrelo do Val, posiblemente debido a la cesión de una traviesa. La composición del convoy era de 24 coches en los que viajaban 189 personas y ninguna de ellas resultó herida. Los 11 vagones que se salieron de la vía tenían como destino Vigo. Los 88 afectados fueron realojados en los coches que iban A Coruña hasta Ourense, desde donde continuaron en autobús.
Ninguna de las 189 personas que viajaban en la madrugada en el Tren-Hotel Rías Gallegas hacia Ourense, Vigo y A Coruña sufrieron daño alguno, pero todas ellas se llevaron un buen susto al comprobar que la mitad del convoy en vez de discurrir por los railes, lo hacía por el terreno y, además, en el interior de un túnel.
El tren descarriló a las 04.13 horas de la madrugada en el túnel conocido como O Bolaño, a escasos cinco kilómetros de Campobecerros, en el municipio de Castrelo do Val.
Las causas del descarrilamiento, según el portavoz de la compañía Renfe, Javier Tascón, no están claras, pero todo apunta a que cedió una traviesa y con ella parte de uno de los raíles, lo que provocó que 11 de los 24 vagones que arrastraba la máquina eléctrica descarrilaran.
Los coches siniestrados permanecían en la tarde en la estación ferroviaria de Campobecerros para su estudio y determinar con claridad las causas del siniestro, añadió Javier Tascón.
Al lugar acudieron de inmediato varios técnicos y brigadas del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). Los once coches siniestrados tenían como destino Vigo y en ellos viajaban 88 personas, que los trabajadores de la citada compañía realojaron en los 13 vagones restantes, que iban en la cabeza del convoy hacia A Coruña.
El transbordo se prolongó hasta pasadas las seis de la madrugada, dado que apenas había espacio para tanto pasajero y, hora y media más tarde, todos ellos llegaban a la estación de Empalme de Ourense, desde donde continuaron el camino hasta Pontevedra en dos autobuses, que partían de la explanada de la estación de Empalme a las nueve menos veinte de la mañana. Los pasajeros con destino A Coruña continuaron el viaje en los 13 vagones que no se vieron afectados en el siniestro. Todos ellos, antes de partir de la estación Ourense, fueron agasajados con un desayuno en la cafetería de la estación.
El tren descarriló a las 04.13 horas de la madrugada en el túnel conocido como O Bolaño, a escasos cinco kilómetros de Campobecerros, en el municipio de Castrelo do Val.
Las causas del descarrilamiento, según el portavoz de la compañía Renfe, Javier Tascón, no están claras, pero todo apunta a que cedió una traviesa y con ella parte de uno de los raíles, lo que provocó que 11 de los 24 vagones que arrastraba la máquina eléctrica descarrilaran.
Los coches siniestrados permanecían en la tarde en la estación ferroviaria de Campobecerros para su estudio y determinar con claridad las causas del siniestro, añadió Javier Tascón.
Al lugar acudieron de inmediato varios técnicos y brigadas del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). Los once coches siniestrados tenían como destino Vigo y en ellos viajaban 88 personas, que los trabajadores de la citada compañía realojaron en los 13 vagones restantes, que iban en la cabeza del convoy hacia A Coruña.
El transbordo se prolongó hasta pasadas las seis de la madrugada, dado que apenas había espacio para tanto pasajero y, hora y media más tarde, todos ellos llegaban a la estación de Empalme de Ourense, desde donde continuaron el camino hasta Pontevedra en dos autobuses, que partían de la explanada de la estación de Empalme a las nueve menos veinte de la mañana. Los pasajeros con destino A Coruña continuaron el viaje en los 13 vagones que no se vieron afectados en el siniestro. Todos ellos, antes de partir de la estación Ourense, fueron agasajados con un desayuno en la cafetería de la estación.
