La otra desescalada en Ourense: peleas, alcohol, “desmadre” al volante y depresiones

Un multitudinario botellón en As Mercedes tras el levantamiento del toque de queda.
photo_camera Un multitudinario botellón en As Mercedes tras el levantamiento del toque de queda.
Expertos y fuerzas del orden advierten un descontrol y aumento de ciertas conductas y llaman a la precaución de la sociedad

La otra desescalada, con la recuperación de una vida social mermada, está generando problemas y despierta temores entre expertos y fuerzas del orden. Las riñas multitudinarias vividas en la zona de la movida son solo la cara más visible de un problema que ya es notorio en imprudencias al volante, aumento de enfermedades de transmisión sexual, mayor temor a las agresiones y abusos, alcoholismo…. Un “desmadre” generalizado que pone en alerta a diferentes sectores de la sociedad ourensana. 

La Policía Nacional advierte de que desde que se levantó el confinamiento las situaciones en las que interviene son de mayor agresividad y que la gente está más nerviosa. “Hay menos colaboración y aumenta la hostilidad”, apunta Roberto González, portavoz del SUP. Como señala Antonio Rial Boubeta, psicólogo social, “ahora hay necesidad de desinhibirse, salir y desgastar”, y el “efecto grupo”, al volver a juntarse las pandillas, “refuerza esa desinhibición”. En todo caso, no considera que aumente la violencia, ya estaba ahí: “Llevamos años advirtiéndolo”. 

A mayor hostilidad, también aparece el miedo. Las armerías aumentan sus ventas de armas legales, con un claro protagonista: el spray de pimienta. Ya venden una media de “10 a la semana” y no solo a los jóvenes que salen, sino que también son los padres los que se lo compran a los hijos. 

Más riesgos

Otro de los riesgos inminentes está en las enfermedades de transmisión sexual (ETS), que preocupan a los médicos. Su contagio está disparado y la prevención parece haber quedado en el olvido. Los embarazos no deseados, que llevan un par de años al alza en Ourense, repuntan. Luis Prieto, jefe de servicio del centro de salud de A Carballeira y sexólogo, apunta que “en la provincia hay sobre 300 casos de aborto al año, una cifra que no para de crecer de manera significativa”. 

La Dirección General de Tráfico lleva también semanas “inquieta”. “Vemos que la relajación de las restricciones va acompañada con la relajación del cumplimiento de normas de tráfico, algo que a priori no tiene nada que ver. Psicológicamente debe ser un efecto pospandemia”. Detectan más agresividad, incumplimiento de normas de convivencia y sensación de tiempo perdido. En lo que va de 2021, la DGT ya sancionó a 3.857 ourensanos por incumplir las normas de circulación, más de la mitad -2.034- por exceso de velocidad. Le siguen el alcohol, el uso de teléfono móvil o las drogas entre las causas que provocan peligro al volante. El jefe provincial de tráfico, David Llorente, afirma que la provincia llevaba años sin registrar grandes incidencias por el cóctel que suponen madrugada, alcohol y velocidad temeraria. Teme que las cifras de más de 10 muertos al año en las carreteras puedan regresar a la provincia.

Benito Bouzada, colaborador de la Federación Estatal de Técnicos de Educación Vial, coincidía días atrás con esa percepción. Ve “desmadre” pospandémico. “Sigue consolidándose el hábito del consumo de alcohol pero con un aumento considerable de jóvenes en el botellón, que nos alarma en el campo de la seguridad vial, al ser un efecto de riesgo muy elevado”, dice Bouzada, que elude estigmatizar a la juventud, comprendiendo sus ganas de libertad, aunque ve a la gente “desbocada”. Por ello, ve clave “dar una alternativa a la juventud”, donde las administraciones, especialmente en una ciudad sin eventos para jóvenes, deben implicarse. 

Otra de los problemas, como confirma el doctor en Psicología Manuel Isorna, es el “aumento de depresiones”. Lo corrobora el jefe de Urgencias del CHUO, Francisco Aramburu: “Detectamos un aumento considerable de la patología psiquiátrica desde hace cuatro meses, sobre todo entre la población de 25 a 50 años”. Ven una media de “dos o tres intentos autolíticos diarios”, lo cual considera que es “una auténtica barbaridad, con intoxicaciones de pastillas, droga… Además, estamos viendo a personas ya diagnosticadas de alguna enfermedad psiquiátrica que se descompensan”.

Manuel Isorna: “Hai un aumento dos trastornos de ansiedade e depresións”

Este psicólogo experto en prevención de drogodependencia, profesor en el Campus, advierte de que “vivimos nunha sociedade extremadamente violenta, pero o desconfinamento non redundará en máis violencia, senón que se visibilizará a que xa había, parece que nos chama máis a atención. Hai máis botellóns, máis concentracións de xente e aí sempre hai pelexas. Pero non me atrevo a establecer unha causa efecto. Si hai na violencia no fogar, pero non a nivel social”.

 Lo que sí tiene claro es que se han aumentado los trastornos de ansiedad y depresiones, así como el consumo de alcohol y aumento en el consumo de drogas, tras este regreso a la “libertad”. Estas dos últimas sí que tienen como consecuencia, especialmente en los botellones, “más risco a nivel sexual”.

Antonio Rial: “Si algo bueno tiene esto, es que nos enseña nuestras vergüenzas”

Este psicólogo social cree que la violencia es “una cuestión endémica, con un aumento significativo que venimos advirtiendo de hace años y que ahora se ha normalizado”. Sí que tiene claro que existe un “efecto rebote” en el consumo de alcohol, botellones… Los jóvenes desean salir en grupo. “Hay un principio de desindividuación y el “efecto grupo” produce problemas como las peleas que se están viendo. El efecto social que se está viendo es que hay “necesidad de desinhibirse y desfasar” y eso puede traer consecuencias importantes. “El covid es un problema grave de salud pública, pero el consumo de alcohol tiene un efecto irreversible. Ahora preocupa el desmadre, pero llevamos tiempo advirtiéndolo. Lo único bueno es que esto nos servirá para ver todas nuestras vergüenzas como sociedad”.

Luis Prieto: “Se detecta un gran incremento de sífilis, gonorrea y clamidia”

Luis Prieto es médico de familia y está especializado en sexología. El profesional explica que, según los datos, “en Ourense se producen cerca de 300 abortos al año, en el 91% de los casos sin alegar un motivo concreto”. Otro tema que preocupa al sanitario son las enfermedades de transmisión sexual. “Es una pasada, ha habido un aumento enorme y es un gravísimo problema de salud pública porque las complicaciones y secuelas son altísimas”, señala Prieto. “Es una pena porque se pueden tratar”. Entre ellas destaca el sífilis, la gonorrea y la clamidia, “porque el uso de métodos de barrera ha decaído”. También se detecta más ETS por el aumento de las fiestas chemsex, donde se mezcla consumo de drogas “y hay mucho menos uso del preservativo”. Desde Atención Primaria señala la necesidad de hacer un examen anual, “los adultos incluidos”.

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