Un informe sitúa a la ciudad entre las 20 españolas y las 350 europeas con mayores problemas de congestión de tráfico en su entramado urbano
A raíz de la ola de atropellos que sufrió el Concello de Ourense la pasada semana, el gobierno municipal abrió el debate sobre la idoneidad de reducir la velocidad en determinadas calles y cambiar los ciclos semafóricos para prevenir incidentes. En el marco de esa reflexión, el concejal de Seguridad Ciudadana, Carlos Campos, señalaba que "es importante este estudio, porque tampoco podemos generar atascos".
Los números le dan la razón al edil para instar a la prudencia. Un estudio elaborado por Inrix, empresa especializada en medir el tráfico en todo el mundo, sitúa a Ourense entre las 20 ciudades españolas y las 350 europeas con mayores problemas de congestión en su entramado urbano.
En el informe, se concluye que los conductores ourensanos que circulan por la ciudad pierden un total de 13,5 horas al año en atascos durante sus desplazamientos, lo que sitúa a Ourense en la décimo novena posición del ranking estatal, pese a ser la quincuagésimo novena en lo que se refiere a población. En Galicia, solo Vigo y A Coruña presentan un mayor problema en esta materia, mientras que las ciudades más conflictivas de España son Madrid, Cartagena y Barcelona, que triplican las horas de atascos de Ourense.
“Muchos problemas"
Los datos no pillan por sorpresa a Laureano Bermejo, experto en formación vial, que viene reiterando desde hace tiempo los problemas de movilidad que soporta el Concello, para los que apunta tres causas importantes: los desplazamientos a los colegios, la dirección de algunas calles y la mala regulación semafórica.
"Tenemos un problema muy grande con la entrada y salida de los colegios, hay mucha permisividad por parte de la Policía Local. Al tratarse de horas punta, esto genera importantes embotellamientos. Por otro lado, el sentido que tienen algunas calles, como por ejemplo Doctor Fleming, no ayuda en absoluto y añadiría lo obsoletos que están los ciclos semafóricos", explica Bermejo, que reclama al Concello que lleve a cabo la contratación de la nueva concesión para modernizar el servicio, que opera en precario con una tecnología muy antigua: "Las soluciones pasan por abrir y cerrar puertas en función de las necesidades, como si fuera un embalse".
El experto en movilidad sostiene también que la falta de un buen mapa de rutas del transporte público desde los municipios limítrofes obliga a hacer un uso abusivo del vehículo privado, por lo que urge que la Xunta y el Concello culminen con éxito su plan de reorganización de líneas.
Esta y otras cuestiones están sobre la mesa de la recientemente creada comisión técnica para lograr la pacificación del tráfico y mejorar la calidad ambiental, en la que representantes políticos, técnicos municipales y la consultora Urba+ tienen el encargo de diseñar el modelo de movilidad de la ciudad para las próximas décadas.
Los mayores problemas, a final de jornada
Las franjas del día más conflictivas para coger el coche en el centro de Ourense son, según el estudio de Inrix, el final de la jornada laboral, seguido muy de cerca por las primeras horas del día.
El trabajo elaborado por la empresa indica que los desplazamientos que se realizan durante esos momentos del día suponen consumir, en el primer caso, un 17% del tiempo sumidos en congestiones de tráfico, y un 16% en el segundo.
Los porcentajes se reducen notablemente una vez alcanzadas las principales vías de salida de la ciudad, lo que aprovecha Laureano Bermejo para invitar a los conductores a hacer uso de las vías de circunvalación, "infrautilizadas" en su opinión. Urge también los proyectos de variante norte y ronda bulevar.
