Ourense abre a Galicia las puertas del AVE: “Es un antes y un después”

Felipe VI y Pedro Sánchez, presentes en el viaje inaugural de una línea que deja Madrid a poco más de dos horas de distancia

Ourense vivió este lunes una jornada que quedará plasmada para siempre en los libros de historia, abriendo a Galicia las puertas del AVE con la inauguración del tramo entre Pedralba de la Pradería y la estación de A Ponte en un viaje desde Madrid presidido por el rey Felipe VI en el que estuvo acompañado, entre otros, por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la vicepresidenta segunda del Ejecutivo y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; la ministra de Transportes, Raquel Sánchez; y al que posteriormente se unieron, ya en la nueva terminal ferroviaria de A Gudiña, los presidentes de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y de la Diputación, Manuel Baltar, además de diputados y senadores ourensanos.

La ciudad de As Burgas se convierte así, de momento, en la única urbe de la Comunidad que disfrutará de los trenes AVE S-112, que la dejará a una distancia de apenas dos horas y cuarto de Madrid, pero toda Galicia se beneficiará de un significativo recorte desde hoy en los tiempos de viaje, algo que todas las autoridades presentes coincidieron en señalar que significará “un antes y un después”.

La coronación de esta cima no ha sido, sin embargo, una tarea nada sencilla, víctima de un sinfín de retrasos que ha provocado que haya transcurrido más de una década del primer plazo fijado para la culminación de una línea que ha pasado por las manos de cuatro presidentes del Gobierno y siete ministros de Fomento y que, junto al corredor atlántico, ha supuesto una inversión superior a los 10.000 millones de euros. La magnitud económica de esta infraestructura es directamente proporcional a su complejidad técnica, con una treintena de túneles y una cantidad similar de viaductos que convirtieron su ejecución en un desafío, como quedó reflejado en un vídeo que se proyectó tras la llegada del tren inaugural.

Por todo ello, la palabra “histórico” fue la que más se repitió en el escenario preparado para el acto institucional en la estación ourensana, que a la espera de que Renfe disponga de los trenes Avril a lo largo del 2022, se convertirá en el centro nodal de Galicia, ya que la operadora ferroviaria ha programado lanzaderas al resto de ciudades para complementar los servicios Alvia que sí continuarán su recorrido tras hacer parada en Ourense. Precisamente, ese factor diferencial fue subrayado tanto por el presidente del Gobierno como por el de la Xunta, convencidos de que la alta velocidad con la Meseta abrirá un amplio abanico de oportunidades para impulsar la competitividad tanto de la provincia como del conjunto de la Comunidad.

Pese al “hito” al que todos coincidieron en que se ha llegado, también quedó patente en las intervenciones institucionales que esta inauguración no es el final del camino, sino que restan objetivos que cumplir: la ejecución del tramo pendiente entre Taboadela y Ourense para liberar el corredor convencional adaptado para no retrasar más los AVE, la transformación de la estación ourensana o las conexiones pendientes con Lugo y Vigo. Con los mimbres que la alta velocidad pone desde ya a disposición de Ourense, es responsabilidad ahora de las distintas administraciones, con la imprescindible colaboración del sector privado, ejecutar una estrategia que permita sacar provecho a activos como el termalismo, el patrimonio o la gastronomía. La provincia entra, sin duda, en un nuevo escenario.

Te puede interesar