Las bajas temperaturas marcaron de nuevo la jornada en la provincia y dejaron la mayor parte del territorio bajo los cero grados durante el día. El termómetro descendió por la noche hasta los menos cinco grados en la ciudad y los menos 11 en Manzaneda. El gorro, el abrigo y la bufanda fueron las protagonistas y las personas más necesitadas colapsaron el ropero de la asociación Cáritas para hacerse con prendas de abrigo. La situación de frío intenso se mantendrá hasta el lunes.
Las bufandas, gorros y abrigos volvieron a ser ayer los protagonistas a la hora de salir a la calle en toda la provincia, que amaneció una jornada más congelada. El termómetro descendió hasta los menos cinco grados en la madrugada en la ciudad, aunque por el día subía, lentamente, hasta los ocho. Fue la temperatura diurna más alta de la provincia, seguida de Verín, O Barco y Ribadavia con cuatro grados. En el resto, el termómetro no subió de los cero grados durante el día y por la noche descendió hasta los menos 11 grados en Cabeza de Manzaneda, menos ocho en Viana y Xinzo y resto de las localidades de montaña.
La situación gélida, que se prolongará hasta el próximo lunes, colapsó ayer el ropero de la asociación benéfica Cáritas, al acudir numerosas personas en busca de prendas de abrigo, incluidas mantas. La mayoría de ellos son personas sin recursos y sin techo, que son los que peor lo pasan, sobre todo de noche, explican desde Cáritas.
Los indigentes, además, no pueden contar estos días con la ayuda de los voluntarios de Cruz Roja que estaban desarrollando el programa sin techo, a través del que se les facilita por las noches comida, mantas y bebidas calientes. El programa se supendió con motivo de las fiestas navideñas, pero se retomará la próxima semana, afirmaron en Cruz Roja.
El frío intenso incrementó además el número de asistentes en el comedor social y en el albergue municipal.
La situación gélida, que se prolongará hasta el próximo lunes, colapsó ayer el ropero de la asociación benéfica Cáritas, al acudir numerosas personas en busca de prendas de abrigo, incluidas mantas. La mayoría de ellos son personas sin recursos y sin techo, que son los que peor lo pasan, sobre todo de noche, explican desde Cáritas.
Los indigentes, además, no pueden contar estos días con la ayuda de los voluntarios de Cruz Roja que estaban desarrollando el programa sin techo, a través del que se les facilita por las noches comida, mantas y bebidas calientes. El programa se supendió con motivo de las fiestas navideñas, pero se retomará la próxima semana, afirmaron en Cruz Roja.
El frío intenso incrementó además el número de asistentes en el comedor social y en el albergue municipal.
