La compraventa de tierras en Ourense no pasa por su mejor momento, según reflejan los datos del “Informe anual sobre prezos e mobilidade da terra rústica en Galicia 2022”, presentado ayer por la directora xeral de la Axencia Galega de Desevolvemento Rural, Inés Santé, en el pazo de Quián, en el concello coruñés de Boqueixón. De esta forma, en el trienio 2019-2021, la compraventa de terrenos rústicos en Galicia alcanzó un volumen cercano a los 500 millones de euros, de los cuales, tan solo el 2% (10 millones) se movieron en la provincia de Ourense. A Coruña concentra el 48% de esas transacciones, mientras que Lugo y Pontevedra se quedan en un 30 y un 20% respectivamente.
Estas cifras salen de la combinación de dos sectores: por un lado está la tasa de transferencia de tierras, que en la provincia se sitúa en apenas un 0,13% anual. Es significativo que los 10 concellos con menos tasa de movilidad son ourensanos: Avión, A Bola, Manzaneda, A Teixeira, Verea, Padrenda, Ramirás, Parada de Sil, Bande y Gomesende. Sin embargo, ningún municipio de la provincia se cuela en los 10 con más movilidad (Mesía, Cariño, Frades, Melide, Triacastela, Val do Dubra, Vilasantar, Ortigueira, Friol y Mugardos). Así, entre 2019 y 2021 apenas se transaccionaron 4.000 hectáreas en la provincia, cuando en ese mismo periodo, en la provincia de Lugo cambiaron de manos cerca de 19.000.
El otro factor a analizar es el precio medio del metro cuadrado de la tierra rústica. El valor del suelo ourensano se sitúa, de media, en los 1,15 euros/m2, apenas unos céntimos por debajo de la media gallega, aunque es la única provincia en el que el suelo se devaluó en este trienio, ya que entre 2016 y 2018, el precio medio rondaba los 1,51 euros/m2. El informe explica que se está reemplazando el tradicional eje de la AP-9 por el de la AP-53/A-52 (entre Santiago y Verín), concentrando en su margen sur-occidental la mayoría de municipios con precios medios superiores a 2,5 euros/m2.
