Galicia gana casi 12.000 habitantes, gracias al crecimiento del eje atlántico

Ourense es la segunda provincia de España con mayor pérdida de población

Residentes en el Asilo de Rairo. Ourense es una de las provincias más envejecidas de España. (Foto: José Paz)
El censo de población a 1 de enero de 2009, cuya publicación oficial se realizó ayer, sitúa en 335.642 el número de habitantes de Ourense, una de las seis provincias españolas (todas del noroeste peninsular) que pierden residentes. El descenso es general en todo el rural ourensano y hay ya 13 municipios con menos de mil vecinos (y uno de ellos no alcanza los 500).
La pérdida de población persiste en Ourense, según los datos -ya oficiales- del Instituto Nacional de Estadística. A fecha de 1 de enero de 2009, Ourense tenía 335.642 residentes, después de perder 457 habitantes con respecto a la misma fecha del año anterior.

Así, Ourense se sitúa entre las seis provincias españolas que perdieron habitantes en el último año. Fue Zamora la que registró la mayor caída (un 0,79%), seguida precisamente de Ourense (un descenso del 0,14%). A continuación se sitúan Lugo (-0,10%), Palencia (-0,09%), Ávila (-0,08%) y León (-0,01%). Todas las provincias que pierden residentes comparten una misma característica: se sitúan en el interior del cuadrante noroeste peninsular.

Por el contrario, las provincias que registran una mayor subida porcentual son las de Guadalajara (3,52%), Toledo (2,90%) y Almería (2,51%).

En el caso de Ourense, la pérdida de población es generalizada en la mayoría de los 92 municipios, tendencia de la que sólo se exceptúan los más urbanos. De hecho, sólo 18 concellos ganaron habitantes y la mayoría son de la comarca de Ourense o las grandes villas. Así, la ciudad rompió la tendencia de pérdida de vecinos de años anteriores y ganó 615 residentes, hasta situarse en 107.742. También crecieron los de su entorno más próximo, particularmente San Cibrao, Pereiro y Barbadás (de hecho, este último fue el municipio que más creció en términos porcentuales -un 3,2%- y alcanza los 9.177 habitantes). Mientras, entre las principales villas destaca el crecimiento de Allariz, O Barco, Carballiño, Ribadavia, Verín y Xinzo. Por el contrario, otros 73 municipios pierden población (y uno más se mantiene en la misma cifra del año anterior).

Pequeños

El último censo poblacional indica que en Ourense hay ya 13 municipios que no llegan a un millar de vecinos: Beade (521), Chandrexa de Queixa (679), Larouco (581), Montederramo (990), Parada de Sil (683), Pontedeva (680), Punxín (861), Quintela de Leirado (754), San Xoán de Río (759), A Teixeira (479), Vilar de Santos (991), Vilariño de Conso (700) y Xunqueira de Espadañedo (962). Se trata de un municipio más que en 2008, con la incorporación de Montederramo (que pasó de 1.039 a 990 habitantes en el último año). Además, es la primera vez que hay un concello que no llega a los 500 vecinos: A Teixeira (que pasó de 505 a 479 vecinos en el citado periodo).

Crecimiento en el área atlántica

El último censo poblacional también insiste en marcar las diferencias entre la costa y el interior de Galicia, ya que las dos provincias atlánticas ganan habitantes, mientras Lugo y Ourense continúan su caída. Además, prosigue el crecimiento en los municipios urbanos, ya que ganan habitantes todas las ciudades (con la excepción de Ferrol) y los principales concellos de su entorno.

Necesidad de compartir servicios

Las causas de que la pérdida poblacional se concentre en el noroeste peninsular difieren en cada caso, aunque el principal factor es el económico, ya que estas provincias no ofrecen trabajo para sus habitantes ni los captan de otras zonas, según explica Santiago Lago, profesor de Economía Aplicada del Campus de Ourense. Además, la mayoría de las proyecciones demográficas indican que la provincia seguirá perdiendo habitantes y no detectan un punto de inflexión, salvo que se produjera un ‘revulsivo’. A su juicio, la llegada del AVE podría influir en este cambio, pero por sí solo no lo garantiza. De hecho, cuestiona que Ourense no esté preparando estrategias para aprovechar su potencial con esta nueva infraestructura. Asimismo, y ante el creciente número de pequeños municipios, Lago considera necesaria ‘unha fusión, se non de dereito, si de feito’, en la que compartan servicios, ya que sólo el mantenimiento de un concello con una población tan baja supone un coste altísimo.



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