Los alcaldes de ambos municipios apuestan por avanzar en la integración de servicios más que en eliminar las fronteras

Ourense y Barbadás, una fusión que será 'inevitable', pero no ahora

Una ciudad de más de 117.700 habitantes, distribuidos en una superficie de 105 kilómetros cuadrados. Ese sería el resultado de la unión de la ciudad y Barbadás, el municipio con el que Ourense tiene ya continuidad urbana y al que en los últimos años muchos ourensanos han trasladado su residencia -principalmente en A Valenzá-, aún en los casos en los que mantienen lugar de trabajo y ocio en la ciudad. Ahora que el debate de la fusión de concellos vuelve a estar de actualidad, ¿cuál sería el resultado de la unión de ambos ayuntamientos?
A nivel político, el concello resultante estaría gobernado por una corporación de 27 concejales, los mismos que tiene ahora la ciudad, puesto que, a partir de los 100.000 habitantes, se añade un edil más por cada 100.000 residentes (con otro concejal más si el número que resulta es par). Es decir, en la práctica desaparecerían 13 concejales (los de la corporación actual de Barbadás que, no obstante, podrían llegar a 17 en el próximo mandato si la población del municipio supera los 10.000 habitantes, tal y como parece indicar el último censo municipal).

La incorporación de Barbadás permitiría a la ciudad rejuvenecer ligeramente a su población, que se situaría en una edad media de 42 años, dos menos de la que tiene en la actualidad. No obstante, y a pesar de ser Barbadás uno de los municipios de la provincia que todavía conserva un saldo vegetativo (diferencia entre defunciones y nacimientos) positivo, de mantenerse las cifras del pasado año, no lograría amortiguar de forma considerable los resultados negativos de la ciudad.


SERVICIOS

Con todo, ese hipotético concello posiblemente tendrá que esperar, ya que ni el alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, ni el de Barbadás, José Manuel Freire Couto, creen que la fusión entre ambos concellos sea ahora mismo una cuestión prioritaria para sus municipios. Y ello, a pesar de que el segundo vea inevitable que, con el tiempo, se acabe convirtiendo en realidad. 'El pez grande siempre se come al chico', dice, aunque no está convencido de que eso sea lo mejor para los vecinos de su municipio.

En lo que sí parecen más interesados ambos alcaldes es en avanzar en la prestación conjunta de servicios. 'Ya somos pioneros en eso', dice Freire Couto, 'ya que pagamos un canon a Ourense para la depuración de aguas. A este tipo de cosas sí hay que llegar y posiblemente sea factible extenderlas a otras áreas, como el transporte, la limpieza o el abastecimiento de agua', señala el regidor de Barbadás.

El guante lo recoge también su homólogo de la ciudad. 'Estamos desenvolvendo un proxecto de abastecemento para unha poboación de 140.000 habitantes, polo que posiblemente podería ser suficiente para achegalo a Barbadás', subraya, al tiempo que recalca que 'máis alá das divisións administrativas, hai que avanzar na unificación de servizos'.

Ourense y Barbadás han vivido diversos conflictos relacionados con sus lindes. De hecho, en este momento tienen en marcha un proceso de deslinde, después de que los vecinos de la Finca Fierro decidiesen pertenecer a Barbadás y no a Ourense, que ampliará de esta forma sus límites en la zona termal.

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