La provincia registró 1.953 alumbramientos en 2011 frente a 4.557 defunciones, continuando así la pérdida de población

Ourense y Barbadás registraron más nacimientos que 90 concellos

La provincia adelgaza sin prisa pero sin pausa. Cada nueva estadística corrobora la sangría demográfica de la anterior y la de 2011 tampoco fue una excepción. Durante el año pasado nacieron 1.953 ourensanos, frente a los 4.557 que perecieron, según los últimos datos provisionales publicados por el Instituto Galego de Estatística, que refleja cifras poco alentadoras, como siete concellos sin ningún nacimiento y hasta 14 que sólo vieron nacer a un vecino en todo 2011.
Así, el 45% de los nacimientos que se produjeron en la provincia se tradujo en nuevos residentes para la ciudad (con 882 alumbramientos) que, sin embargo, no consigue un saldo vegetativo positivo (la diferencia entre nacimientos y defunciones), al fallecer 1.142 de sus vecinos. Con todo, en Ourense y Barbadás nacieron el año pasado más niños (978) que en el resto de municipios de la provincia (975). La comarca ourensana -12 municipios- cuenta, además, con el tirón de Pereiro de Aguiar (52) y San Cibrao das Viñas (50), hasta el punto de que éste último municipio y Barbadás son los únicos de la provincia que cerraron el 2011 con un saldo vegetativo positivo, con 11 y 10 nuevos habitantes (no se incluyen los movimientos migratorios), respectivamente.

En el lado contrario, hubo 53 concellos de la provincia que registraron el año pasado cinco o menos nacimientos. En siete de ellos, ni uno solo (Parada de Sil, Verea, Larouco, A Veiga y Vilariño de Conso, Beade y Cenlle -aunque los alcaldes de ambos municipios sostienen que sí hubo alumbramientos-). Así, los nacimientos quedaron concentrados mayoritariamente en las cabeceras de comarca. 'El sistema potencia que la gente se vaya a donde hay más población', asegura el sociólogo Alberto Saco, que recuerda que 'antes el rural abastecía a las ciudades, de productos y de mano de obra, mientras que ahora las materias primeras las traemos de otro lado', lo que ha ido posibilitando el paulatino abandono del rural.

A esto se suma que la pérdida de población ha motivado -y provoca aún más en tiempos de crisis- la supresión o reducción de servicios en pequeños concellos, lo que ocasiona 'un círculo vicioso que se tendría que romper de alguna forma y que las administraciones públicas deberían romper, pero si en 30 años no lo han hecho, es más complicado que lo hagan ahora', señala Saco, que apunta a la baja natalidad y también a la falta de actividad económica como los motivos de la situación actual.


POR COMARCAS

Al margen de la comarca de Ourense, las de Verín (148 nacimientos), Carballiño (142) y Valdeorras (137) fueron las que registraron más alumbramientos durante el año pasado, la mayoría de ellos, en las villas -101, 96 y 102, respectivamente-. En el lado opuesto, Terra de Caldelas registró únicamente siete nacimientos, mientras que Terra de Trives y A Baixa Limia sólo llegaron a los 12.

En lo que respecta a las defunciones, la comarca de Ourense, más poblada, también fue la que más registró, con 1.682, seguida de Carballiño (439) y Verín (398).

Los datos del Instituto Galego de Estatística reflejan también que la pérdida de población, preferentemente en el rural, se vislumbraba ya en 1975. Aún así, en aquel año había dos comarcas, Ourense y Viana, que lograban todavía un saldo vegetativo positivo (855 y 22, respectivamente), mientras que en el resto las cifras de nacimientos estaban muy por encima de las actuales y sólo en Terra de Trives (83) y en Terra de Caldelas (50) quedaban por debajo del centenar.

Treinta y siete años después de aquellas estadísticas, los recién nacidos se han convertido en una excepción en buena parte de los 92 concellos ourensanos.

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