La Guardia Civil interroga a los vecinos de Bernardino Pousa por si su testimonio puede ser útil para esclarecer el crimen

El padre del chófer asesinado: 'Mi hijo hacía el bien, todos lo querían'

Guardias civiles revisan la cochera de la empresa, tras registrarse el asesinato. (Foto: JOSE PAZ)
'Pido justicia, que detengan a quien mató a mi hijo y que pague duro por ello'. Estas son palabras de Manuel Pousa, el padre del responsable de Autocares Guerra en Verín, Bernardino Pousa, de 59 años, asesinado brutalmente en la madruga del lunes cuando aparcaba su autobús en la cochera de la empresa tras un viaje con pasajeros a la costa de Pontevedra.
El hombre, desde su casa de Escornabois (Trasmiras), se resiste a aceptar que mataron a su hijo. Visiblemente afectado, casi sin poder articular palabra, musita: 'Mi hijo era un hombre bueno, no debía dinero a nadie. Todo el mundo lo quería y sólo hacía el bien', asegura.

Bernardino Pousa residía en Verín pero estaba muy ligado a Escornabois, a donde acudía con frecuencia. De hecho, una vez finalizada la concentración parcelaria, cercó el terreno que le fue asignado y compró un rebaño de ovejas, que ayer permanecía en la finca. 'Era un hombre muy trabajador y humilde. Los que lo mataron no tienen perdón', comenta su padre, que estos días está siendo arropado por numerosos vecinos y familiares.

Mientras, la Guardia Civil continúa buscando pistas que permitan esclarecer el asesinato. La investigación la están llevando a cabo los agentes de la Policía Judicial de la Comandancia ourensana en colaboración con el cuartel de Verín. Los investigadores interrogaron ayer a los vecinos del fallecido, que residía en un inmueble de la avenida de Castilla, por si se habían percatado de algo que les resultase extraño. También interrogaron a parte de los 17 pasajeros que trasportó Bernardino Pousa antes de que falleciera.

Los agentes, como dio a conocer ayer La Región, ya tienen dos sospechosos pero de momento no disponen de pruebas contundentes para detenerlos.

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