La Catedral acogió ayer, a las 11,00 horas, la misa solemne de clausura del sínodo diocesano, un concilio de reflexión de la Iglesia comenzado en el 2016. El acto se inició unos minutos antes, en la iglesia de Santa Eufemia, con una procesión hasta la Catedral con imágenes de San Martiño y Santa María, patronos de la diócesis. En ella participaban tanto sacerdotes como laicos, que fueron los encargados de desarrollar durante este tiempo las reuniones de la asamblea sinodal y los que presentaron al obispo de Ourense, Leonardo Lemos, el libro de conclusiones acordadas durante estos años de trabajo. Esta comitiva estuvo acompañada por la Banda de Gaitas de la Diputación.
Al evento asistieron multitud de autoridades eclesiásticas, destacando la presencia del nuncio del papa en España, Bernardito Auza, que fue el encargado, junto a Lemos, de oficiar la ceremonia de clausura. También asistieron obispos y arzobispos del noroeste español y del norte de Portugal, como el obispo de Astorga o el de Braga.
En su intervención, al inicio del acto, Leonardo Lemos hizo hicapié en que “el sueño de la iglesia en Ourense comenzó en 2016 y hoy, entre todos, caminando juntos, lo hemos hecho realidad”. El obispo continuó recordando que “esta experiencia ha constituido una serie de espacios de encuentro y de escucha, a través de los grupos sinodales, en donde hemos descubierto que todos somos necesarios para llevar a cabo la nueva tarea evangelizadora de la Iglesia”. También recordó que ahora comienza un nuevo sínodo, el de los obispos, que durará hasta 2023 y que centrará su reflexión en el tema “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”.
En su homilía, el nuncio del papa en España, Bernardito Auza, trasladó un mensaje del papa Francisco a los fieles que se congregaron en la Catedral, animando a llevar el espíritu de la Iglesia “a todo el mundo, especialmente a los que más lo necesitan”. El nuncio del papa recordó también el pasado de la diócesis, y lanzó un mensaje de esperanza de cara al futuro de la iglesia ourensana, que “no sólo posee un rico pasado, sino también un presente y un futuro llenos de vida y esperanza”.
Para concluir, toda la Catedral entonó el Te Deum y el himno de la diócesis de Ourense, para terminar haciendo entrega a Leonardo Lemos el libro de los acuerdos de la asamblea sinodal, que contiene las propuestas aprobadas con sus introducciones teológico-pastorales y los mensajes dirigidos tanto a laicos como a sacerdotes. Una vez concluida la ceremonia, los sinodales, acompañados de obispos y sacerdotes, regresaron a la iglesia de Santa Eufemia, donde se leyó el acta de clausura del sínodo, que fue firmada por todos los presentes.
El resumen de estos cinco años de reuniones supone que alrededor de 3.000 personas atendieron a la consulta de temas a debatir; casi 2.200 miembros participaron en los 197 grupos sinodales constituídos en toda la diócesis; en la apertura de la asamblea sinodal, el 21 de septiembre de 2019, acudieron más de 1.600 personas. En este tiempo de reuniones, se recogieron cerca de 6.500 propuestas realizadas por los grupos, quedando reducidas a 1.200 tras pasar por las asambleas arciprestales y, tras una última síntesis, 132 propuestas fueron aprobadas.
