Entroido en Ourense | Paquita y Nicanor regresaron dos años después a la plaza de Seixalbo

Olas, caramelos, música y mucha retranca dieron el pistoletazo de salida al primer gran día del Entroido en la ciudad

Seixalbo y As Eiroás celebraron este domingo el primer día grande de Entroido en la ciudad. El Domingo Oleiro hizo pasear por las calles del pueblo a los famosos mecos “Paquita y Nicanor”, a bordo de su “pacamobil”, ya sin mascarilla y pudiendo reunirse todos los vecinos en la Plaza Mayor y celebrar todos juntos una tradición que el covid les arrebató el año pasado.

La tarde comenzó con la llegada de los mecos al centro del núcleo de Seixalbo, donde se congregaban animales, superhéroes, disfraces de mexicanos y muchos otros personajes. Una vez allí, fue el turno del pregón, en el que no faltaron los chascarrillos y las burlas típicas del Entroido. Una de ellas hacía referencia al alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, que “dixo que ía vir, pero ao final, co tema dos buses…”. Otra fue una detallada lista de todo lo que iban a degustar después de la fiesta: más de treinta cachuchas, veinte chorizos y “moitas, moitas botellas de viño”, para terminar con un coral “Viva o entroido de Seixalbo!”.

Después fue el momento de los más pequeños, que recogieron del suelo todos los caramelos que hicieron caer las piñatas y, como colofón, llegó el momento del juego de las olas, en el que hombres, mujeres y niños se pasaron las vasijas hasta caer al suelo y hacerse añicos.

En As Eiroás, decenas de “pitas” recorrieron las calles del barrio, acompañadas de la charanga Alambique, para jugar todos juntos con las olas. Pequeños y mayores fueron cogiendo confianza y los lanzamientos se fueron volviendo más inverosímiles según se iban rompiendo los cántaros.

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