El parque solar de A Gudiña recibe luz verde del Gobierno a pesar de la Xunta de Galicia

Si las eléctricas ya rentabilizaban el agua y el aire ourensanos, ahora también aprovecharán el sol: la producción de energía solar a gran escala desembarca en Ourense. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) avala la viabilidad ambiental del futuro parque solar de A Gudiña, después de formular una declaración de impacto ambiental favorable que se publicó ayer en el Boletín Oficial del Estado. Ecologistas alertan del macroparque solar de A Gudiña El Miteco despeja el camino para el parque, que ocupará una superficie de 110,19 hectáreas, el equivalente a más de 150 campos de fútbol. Los paneles fotovoltaicos sumarán una potencia de generación de 65,9 megavatios (MW) y una potencia instalada de 57 MW. Estarán situados en las proximidades de la propia localidad de A Gudiña, en el paraje de O Toxal, y está promovido por la sociedad anónima Soltec a través de una filial. Su construcción costará 36 millones de euros. El Miteco, a través de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, avala los impactos que causará el proyecto en el entorno. El parque solar afectará a la fauna y al paisaje de manera significativa. Se establecerá sobre terrenos calcinados en sendos incendios en 2015 y 2017. Por otro lado, el documento también contabiliza las alegaciones presentadas por particulares y organizaciones ante el Miteco. En total, los escritos contrarios al parque superaron el centenar, con las firmas de entidades como la Sociedade Galega de Historia Natural, la Comunidade de Montes Veciñais A Bouza o la Asociación Petón do Lobo, entre otros. De entre los informes recogidos por el Miteco para valorar el impacto del proyecto, uno de los más duros es el del Instituto de Estudos do Territorio, organismo dependiente de la Xunta. Desde el IET alertaron de las “importantes afecciones visuales” desde el Camino de Santiago y la carretera OU-533, situada en medio del parque. Asimismo, menciona la “alta” incidencia visual desde los núcleos próximos. El parque será construido en las proximidades de A Gudiña. Su gran extensión provocará un “muy significativo” impacto paisajístico, según el Instituto de Estudos do Territorio de la Xunta. La promotora respondió al informe proponiendo plantar una pantalla vegetal -plantar árboles y arbustos- junto a las dos rutas. El IET contestó calificándolo como “contraproducente” al ocultar la totalidad de las vistas y alertando del “impacto paisajístico muy significativo”. El Miteco desestimó la opinión del organismo autonómico y refrendó la postura de la promotora: “Se proporcionará sombra a los peregrinos”, añaden en el informe ambiental. Otra de las cuestiones es la ocupación del área de campeo del águila real. En las cercanías vive una de las seis únicas parejas de Galicia. Los paneles solares impiden que esta y otras aves rapaces cacen en el terreno, por lo que la promotora deberá compensarlo habilitando 220 hectáreas para el campeo de las especies afectadas. La gran afectación ambiental enfrenta a defensores del parque y ecologistas El primer gran proyecto eólico de la provincia levantó polémica sobre la cuestión del águila real. Desde diversas asociaciones ecologistas criticaron el elevado impacto ambiental de este modelo de producción energética. Por ejemplo, la Sociedad Galega de Historia Natural presentó alegaciones en las que afeaban que “existiendo miles de hectáreas de tejados, resulta inaceptable la pretensión de destruir suelos naturales”. Otros colectivos ambientales guardaron silencio. El Miteco solicitó informes a Adega, la Federación Ecoloxista Galega o Greenpeace, entre otros. Solo contestó la primera. En el otro lado de la balanza están los defensores del parque. Se prevé que su construcción cree 200 empleos, mientras que el mantenimiento generaría otros ocho.