Pasó lo que pasó | Si se come cachucha no se vota

Un ciudadano ejerce su derecho al voto (EFE).
El análisis de la semana en Ourense, de la mano de Antonio Nespereira

 

La política todo lo inunda con su endogamia, a lo que contribuimos los medios, sin duda. En los entornos digitales en los que vivimos, donde todo deja rastro, las métricas del interés por la actualidad política demuestra un muy relativo seguimiento de los comunicados que se fabrican en las sedes. Los gallegos estamos llamados a votar el 18 de febrero y parece que eso ha de modificar el movimiento de rotación de la tierra.

Serán en plena resaca del Entroido, pero tampoco hay que dramatizar esto por las razones antes citadas. La vida sigue. Los candidatos se mimetizarán con las máscaras y el personal pasará de ellos como en la mayoría de las campañas. Pero siempre nos podemos encontrar con atrabiliarias decisiones como las del Concello de Carballiño que se quiere apartar de la contienda electoral por si salpica. Tenía fijada para la 18 de febrero la Festa da Cachucha, pero la retrasan una semana porque el domingo fijado toca votar. Es decir, parece incompatible depositar la papeleta en la urna y bajarse una buena ración de la jeta del cerdo, como decía un periodista un poco cursi.

Este tipo de cosas no se deberían consentir. ¿Por qué no cambia Rueda la fecha electoral para no coincidir con la aludida enchenta? ¿Es porque se teme que al votante le dé flato en el colegio electoral si vota después de comer? ¿Acaso valoró el Concello organizador que la cartelería de la fiesta, con la orejuda y salada cacheira en primer plano, se podría pegar al lado de la de los candidatos que piden el voto dando origen a las lógicas chanzas? ¿Y si se celebrase ese día la Festa do Chourizo, provocando peligrosas concomitancias? ¿Qué influencia tendría en los resultados electorales de la villa que los votantes coman cachucha ese día y no un modesto bocadillo de hummus y aguacate? Nunca lo sabremos porque en Carballiño se han arrugado. 

Coraje       

Y eso que es tierra de corajudos políticos, como Pachi Vázquez, que ahí sigue esperando su oportunidad después de haberlas tenido todas. El exlíder de los socialistas gallegos anunció que se presentará a las autonómicas, empujado por su representación en la tierra donde fue alcalde. Está en su derecho, faltaría más, como el resto de los concurrentes. A fin de cuentas todos los brazos son pocos para levantar Galicia y atender al interés general, motivo por el cual todos se presentan. ¿A que sí, Pachi? 

Lo justo      

Jamás un político toma decisiones por la mañana después de oír voces por la noche, ni siquiera Jácome. Todas se hacen por el bien común. No ha sido otra motivación la que ha llevado a este dirigente a tirar de agenda de amigos para ponerlos en puestiños de poca monta pero de mucho parné. Trascendió que un colega va  a ser nombrado director de una cosa de inteligencia que se inventó Jácome y por la que le pagará lo mismo que si lo fichase para Jolper, 62.000 euros. Esta gente no es de rondas baratas cuando pagan otros. Ahí tienen al alcalde, que cobra 75.000, que no se los pagaría a sí mismo en su empresa. Lo justo en una ciudad de ricos. 

Contrastes

¿A qué lado de la actualidad o la realidad se sitúa esta gente? Forman parte del vértigo informativo por lo antagónico de algunos contenidos de estos días. Los ourensanos tienen en los bancos 10.000 millones de euros al calorciño, batiendo un nuevo récord. El paro vuelve a la provincia a niveles del 2009, con 15.029 personas registradas, y con la Seguridad Social como una moto, superando los 105.000 afiliados. Y viene el bajón: la pobreza se cronifica ya que una de cada cinco personas está en riesgo de exclusión. En la ciudad son un 20,5% los que están por debajo del umbral mínimo para vivir dignamente, y en la provincia, un 18,6%. Los hosteleros y algunos comerciantes dicen que han vendido estas fiestas lo desconocido en años. Las tiendas que venden caro en el centro se llenan de borjamaris y pitucas que tropiezan hasta en sus propias bolsas al salir, aunque el comerciante de otras calles echa tres en uno a la puerta para que no chirríe ya que casi nadie entra. La venta de coches creció en el 2023 casi un 16% en Auria y los más caros se venden bien. Las desigualdades parece que se acentúan y dejamos que la política las corrija. A ver qué pasa en las elecciones del 18 de febrero que, recuerden, se celebran una semana antes de la Festa da Cachucha.  

El portafotos

Joaquín Pérez Bellido, ourensano de 1968, es presidente y consejero delegado de Grupo Pérez Rumbao, una empresa con más de un siglo de vida y fundada por su bisabuelo. El grupo, ya muy diversificado y extendido, cuenta con más de 1.400 trabajadores e intereses en la industria y la distribución de vehículos.

Esta semana la compañía informaba de la compra de Grupo Tartiere, una firma asturiana que se dedica también a la comercialización de automóviles. Pérez Bellido está además muy conectado con colectivos de representación en los niveles ejecutivos y de empresa familiar. Es un “producto” Pérez Rumbao, una casa que da talentosos directivos empresariales, aunque con los lógicos matices. Pilota una firma que crece a buen ritmo y con velocidad de crucero desde una tierra por la que siguen apostando. En momentos en los que hablar de empresa ourensana es como si se hablase de maldición bíblica y de orfandad absoluta, casos como el de esta compañía reconcilian con el espíritu del tesón y la capacidad. No solo los grandes hacen cosas plausibles, sin duda, pero su notoriedad es evidente. Al menos vemos como la expansión de Pérez Rumbao nos ha hecho olvidar muchos otros enanismos.

Se han ido y sin mirar atrás, por si acaso

Se fueron los Reyes Magos mucho más ligeros de equipaje. Creo que se piran a gran velocidad y sin mirar atrás, como no haciéndose responsables de parte de lo que dejaron. Las tiendas se llenan desde hoy de devoluciones porque Melchor, Gaspar y Baltasar estarán muy actualizados, pero ya no tienen la vista de antaño y hay regalos con los que no han acertado. Peor era antes, que te quedabas con el abrigo que no era de tu talla. O jugabas con el 600 rojo cuando lo que habías pedido era el Ibertren. Sus Majestades han ido actualizando el catálogo a la sensibilidad actual, que es de agradecer. Han cumplido con sus cabalgatas, sus visitas a casi todos los domicilios y eso está muy bien. Cuando se alejan queda la gente abriendo regalos. Antes, de año en año, hoy nos hemos inventado decenas de fechas para regalar o regalarnos. Si se puede, claro. Los niños juegan hoy embelesados con los juguetes nuevos. En un par de días se apilarán con los otros.  Por desinterés.

Los Reyes Magos se despiden (José Paz).
Los Reyes Magos se despiden (José Paz).

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