María Belén Rodríguez recibió ayer un bonito homenaje de la Federación de Comercio por su trayectoria profesional
Corrían los 70 cuando María Belén Rodríguez comenzó a trabajar en la Confetería Arva de su padre. Con genes pasteleros, "procuré hacer con cariño algo que he vivido desde siempre", cuenta. La Federación de Comercio la homenajeaba ayer en Xantar, por su trayectoria profesional y a su labor como ex presidenta de la Asociación de Pasteleiros e integrante de la directiva de la Federación de Comercio de Ourense.
¿Qué significa este reconocimiento para usted?
Siempre es bonito ver que tus compañeros te aprecian. La Federacion de Comercio tuvo este cariño conmigo y me hace sentir muy alegre, sin embargo no me reconozco con méritos para ello.
¿Dónde reside la importancia de las asociaciones para el pequeño comercio?
Es fundamental. En este mundo tan globalizado que piensa a lo grande, los pequeños tenemos que unirnos y hacer un poco de fuerza para, por lo menos, conseguir que nos escuchen las administraciones. Hay que potenciar el comercio local, sobre todo en Ourense, por su importancia como seña de identidad de la ciudad frente a las grandes firmas.
¿Ourense tiene buenas pastelerías tradicionales?
Siempre tuvieron fama de buen comercio en la ciudad y siempre hubo buenas pastelerías, cada una con sus especialidades.
¿Mantiene la tradición pastelera en casa?
Ahora que estoy jubilada en casa no hago nada de dulces. Porque la pastelería, como digo yo, es una ciencia exacta que requiere fórmulas muy precisas. Yo estaba acostumbrada con grandes cantidades y, aunque haya postres caseros estupendos, la pastelería mantiene para mí su caché.
