Juan Carlos Bande, párroco de Vilamarín, estaba de vacaciones cuando se produjo el brote de coronavirus del bautizo en la localidad el pasado día 15, que afecta ya a 18 personas, siendo el más numeroso de la provincia. El sacerdote llama a la "responsabilidade" de la población, puesto que aunque la iglesia afectada está cerrada hasta nuevo aviso, lleva otras cuatro parroquias cercanas. “Cheguei catro días despois do bautizo. Decidimos suprimir as misas e todas as celebracións na igrexa de Vilamarín. Se houbera un funeral, sería coma nos tempos de pandemia. Daríamoslle sepultura e máis tarde o enterro", explica el cura.
Como lleva cuatro parroquias más, Bande señala que "estáselle pedindo aos feligreses da igrexa pechada que non veña á misa ás outras parroquias do redor". El cura que ofició el bautizo se encuentra bien y dio negativo en la prueba PCR. "Só celebramos dous bautizos despois do confinamento. Un, eu, anteriormente, e este do brote. Agora suprimimos ata o ano que vén todos os eventos, bodas, bautizos e comunións", señala el párroco de Vilamarín.
Juan Carlos Bande da la cara por sus feligreses, que asegura que "están cumprindo coa norma porque non se ve a nadie polo pobo e está todo pechado". La afluencia a la eucaristía también ha bajado tras el brote de covid. "Hai unha mezcla de responsabilidade e medo. Veñen menos á misa, a maioría son persoas de risco".
Un bautizo originó el mayor brote de la provincia, que afecta a 18 personas
El pasado 15 de agosto se produjo un brote con un foco inicial de tres casos de coronavirus originado en la celebración de un bautizo en la iglesia de Vilamarín. La evolución del caso, gracias a los rastreos de los contactos estrechos de los afectados que realizó Sanidade, se dio con hasta 15 positivos más a través de la práctica de PCR. Todos pertenecen al mismo núcleo familiar, a seguimiento domiciliario y residentes en municipios de la zona. Ninguno se encuentra hospitalizado.
