Tres de las pozas del Muiño da Veiga están cerradas, ya que el alto nivel del río impide vaciarlas para su limpieza. Según los responsables el incremento del caudal se debe a que unas obras impiden cerrar las compuertas de la presa de Velle.
El mes de agosto es uno de los favoritos de los turistas para visitar la ciudad. Sin embargo, todos los que quieren disfrutar de la riqueza termal de Ourense tienen hoy en día menos opciones para hacerlo. Y es que tres de las cuatro pozas del Muiño da Veiga, en la zona de Quintela de Canedo, están cerradas al público debido a la falta de limpieza e higiene en las mismas, lo que ha desencadenado muchas quejas entre los usuarios.
El motivo por el que no se han podido llevar a cabo las labores de higienización en estas tres charcas, incluidas la poza principal de 200 metros cuadrados, una segunda de 130 metros, y otra de 55, que habitualmente se hacen cada dos días, según afirma el director xeral de Turismo y Termalismo, David Cortón, es que la crecida del Miño ha impedido vaciar las charcas para limpiarlas, ya que según explica, el desagüe de estas pozas está por debajo del nivel del río, por lo que vaciarlas es imposible hasta que baje.
Aunque se podría pensar que la creciente del Miño está motivada por las lluvias que cayeron en la ciudad recientemente, en realidad, según Cortón, se debe a las obras de mejora de infraestructuras que la Confederación Hidrográfica está llevando a cabo por encima del embalse de Velle, ya que éstas obligan a tener las compuertas de la presa abiertas dejando pasar el caudal de agua de forma constante. Así, según explica Cortón, la Concejalía de Termalismo ha llegado a un acuerdo con la Confederación para que durante dos horas al día, generalmente de madrugada, las compuertas de la presa se cierren provocando que el caudal baje, lo que permitirá a la brigada del Concello limpiar por lo menos una poza cada día.
Vallas de prohibición
El director xeral puntualiza que posiblemente para el fin de semana todas las pozas estarán en funcionamiento, por lo que por ahora colocamos vallas que impiden el paso a los usuarios, sin olvidar que cada media hora una brigada informa a los bañistas de la situación. Actualmente, la única poza del complejo que está funcionando es la más pequeña, de 45 metros cuadrados, que ha quedado insuficiente para acoger a todos los usuarios del Muiño.
Un inglés muy peculiar
Bevor por before (antes), showear por shower (baño) o tu por to (para) son algunos de los errores de ortografía que se incluyen en el cartel anunciador de las normas que deben seguir los usuarios del Muiño y que podrían confundir a los turistas que visiten la zona. Sin embargo, la confusión se extiende a los conductores que buscan el acceso a las termas por la N-120, pues el letrero que anuncia la desviación yacía ayer en el suelo y cubierto por maleza.
El motivo por el que no se han podido llevar a cabo las labores de higienización en estas tres charcas, incluidas la poza principal de 200 metros cuadrados, una segunda de 130 metros, y otra de 55, que habitualmente se hacen cada dos días, según afirma el director xeral de Turismo y Termalismo, David Cortón, es que la crecida del Miño ha impedido vaciar las charcas para limpiarlas, ya que según explica, el desagüe de estas pozas está por debajo del nivel del río, por lo que vaciarlas es imposible hasta que baje.
Aunque se podría pensar que la creciente del Miño está motivada por las lluvias que cayeron en la ciudad recientemente, en realidad, según Cortón, se debe a las obras de mejora de infraestructuras que la Confederación Hidrográfica está llevando a cabo por encima del embalse de Velle, ya que éstas obligan a tener las compuertas de la presa abiertas dejando pasar el caudal de agua de forma constante. Así, según explica Cortón, la Concejalía de Termalismo ha llegado a un acuerdo con la Confederación para que durante dos horas al día, generalmente de madrugada, las compuertas de la presa se cierren provocando que el caudal baje, lo que permitirá a la brigada del Concello limpiar por lo menos una poza cada día.
Vallas de prohibición
El director xeral puntualiza que posiblemente para el fin de semana todas las pozas estarán en funcionamiento, por lo que por ahora colocamos vallas que impiden el paso a los usuarios, sin olvidar que cada media hora una brigada informa a los bañistas de la situación. Actualmente, la única poza del complejo que está funcionando es la más pequeña, de 45 metros cuadrados, que ha quedado insuficiente para acoger a todos los usuarios del Muiño.
Un inglés muy peculiar
Bevor por before (antes), showear por shower (baño) o tu por to (para) son algunos de los errores de ortografía que se incluyen en el cartel anunciador de las normas que deben seguir los usuarios del Muiño y que podrían confundir a los turistas que visiten la zona. Sin embargo, la confusión se extiende a los conductores que buscan el acceso a las termas por la N-120, pues el letrero que anuncia la desviación yacía ayer en el suelo y cubierto por maleza.
