Hasta 20 minutos parado estuvo el autobusero de la línea 19, el tren termal de Outariz. La plataforma Amigos das Termas y el colectivo Emerxencia Cultural Ourense se juntaron en las Pozas do Muíño da Veiga para exigir al alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, que acondicione las termas públicas de la ciudad y se deje de excusas. Salieron en bici, caminando o en el tren turístico desde la Praza Maior a las seis de la tarde para realizar una performance de “siega” de hierba en la asalvajada área termal, sin limpieza ni acondicionamiento por parte del Concello de Ourense. Sin embargo, la anécdota de la jornada también la protagonizaron un grupo de personas que pretendía defender los intereses termales, pero a su manera. Dos mujeres pararon el tren termal -que viajaba de vuelta a la ciudad con algún turista- como manifestación improvisada, de la que se desligan completamente desde la portavocía de la plataforma. “Este tren se para aquí, ustedes quieren ir a la privada y este tren no pasa”, gritaron. Consiguieron armar jaleo entre el centenar de asistentes, aunque Amigos das Termas y Emerxencia Cultural Ourense siguieron su “camino” con la lectura de manifiestos y la acción de plantar un árbol.
PLANTANDO ÁRBOLES
Pasaron 20 minutos desde que el conductor del tren termal tuvo que plantarse en el Paseo de las Ninfas por culpa del grupo que pretendían que el bus no retomase su marcha. Después, pequeños y mayores -esta vez sí, animados por Amigos das Termas- se dispusieron a realizar la acción reivindicativa prevista. Amigos das Termas plantó un árbol en la zona como símbolo de resistencia del área termal abandonada. Emerxencia cultural portó sus ya clásicos carteles: “Nós culturetas, Jácome jetas” o “Non ao peche da UPO” para acompañar al colectivo.
