Persiste la marcha de trabajadores

Ante la situación socioeconómica de la provincia, economistas y sociólogos inciden en la necesidad de un plan que frene las tendencias demográficas de Ourense y alegan que este aspecto debería ser uno de los fundamentales del Plan Estratéxico provincial.
Así, los analistas atribuyen a la generación de empleo el papel fundamental de cara a ese objetivo. No obstante, apuntan que no sirve la creación de puestos de trabajo de cualquier tipo, sino con unas condiciones adaptadas a las expectativas de una población cada vez más formadas. No obstante, esa situación de declive socioeconómico de la provincia, que lleva décadas motivando la marcha de jóvenes, persiste en la actualidad. A modo de ejemplo, en el año 2009, la diferencia entre el número de contratos firmados por personas que se marcharon a trabajar fuera de Ourense y los que vinieron de otras regiones a la provincia fue negativa: en concreto, se realizaron 4.044 más de salida que de entrada, según reflejan los datos del Servicio Público de Empleo. En el resto de provincias gallegas, también se marcharon más trabajadores de los que entraron: 2.075 en A Coruña, 3.077 en Lugo y 6.691 en Pontevedra, datos que sitúan a Ourense como la segunda provincia con más marcha de trabajadores.

Los indicadores económicos muestran que los ourensanos son los gallegos que menos cobran, según los últimos datos disponibles, relativos a 2008. El sueldo medio anual de los trabajadores de la provincia fue de 15.736 euros, frente a los 15.754 en Lugo, los 16.339 en Pontevedra y los 17.629 de A Coruña.


SITUACIÓN DE LOS HOGARES

En este sentido, los ingresos totales por hogar (incluyendo sueldos, prestaciones y otras rentas) se situaban en 2008 en poco más de 19.900 euros, mientras en Lugo estaba por encima de los 23.600, en Pontevedra superaba los 24.600 y en A Coruña sobrepasaba los 25.800 euros.

Mientras, las pensiones de los ourensanos son las más bajas de España, con una media de 572 euros por perceptor.

Además, en cuatro de cada diez hogares ourensanos el único ingreso que entra es de prestaciones públicas, no de salarios, mientras en Lugo la proporción se reduce a tres de cada diez. A Coruña y Pontevedra, por contra, registran el mayor porcentaje de familias cuyos ingresos proceden del trabajo.

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