La pesadilla que lo cambió todo

Ourense. 15/03/2020. 2º día de confinamiento en Ourense por el coronavirus.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Ourense. 15/03/2020. 2º día de confinamiento en Ourense por el coronavirus. Foto: Xesús Fariñas
Hoy se cumplen dos años de que entrase en vigor el primer estado de alarma, con el consiguiente confinamiento domiciliario que cambió la forma de vivir, de relacionarse y que dejó estampas para el recuerdo que los ourensanos no olvidarán

Hoy se cumplen dos años de la entrada en vigor del primer estado de alarma, que conllevó el confinamiento estricto que se prolongó desde el 15 de marzo de 2020 hasta el 2 de mayo de ese mismo año, es decir, un mes y medio, 49 días, en las que no se podía pisar la calle salvo por controlar la pandemia y que cambió nuestras vidas para siempre.

La situación actual era inimaginable entonces. Gran parte de la población, la mayoría, ya tiene la tercera dosis de la vacuna administrada e incluso la cuarta en el caso de los inmunodeprimidos y, para más inri, aquel estado de alarma acabó siendo declarado inconstitucional.

 El día que entró en vigor el confinamiento domiciliario, empezaban a florecer casos en España, con más de 4.200 casos activos, moría la primera persona con covid en Galicia, una nonagenaria en Povisa, y en Ourense se elevaban a 15 los positivos. 

El Gobierno central tomó el mando único en todas las autonomías, prohibió a la gente salir de casa, se impuso el teletrabajo como algo prioritario y el Ejército empezó a tomar las calles, junto a la Policía, para vigilar el cumplimiento de las normas, tanto en los establecimientos comerciales como entre los viandantes. 

Esos días empezaron a verse imágenes que, a mucha menor escala, se ven ahora con el temor a las consecuencias de Ucrania, como algunas estanterías vacías y escasez de algunos productos. 

La estampa de calles vacías, limpieza y desinfección de las mismas, parques y centros comerciales precintados, carreteras vacías y primeros aplausos en las ventanas a las ocho de la tarde empezaron a formar parte del día a día de los ourensanos. Eso sí, en esos primeros días de confusión, predominaban los guantes sobre las mascarillas, y se priorizaba como medida profiláctica el distanciamiento social por encima de todas las cosas.

Así empezaba todo hace dos años. Hoy, se estudia retirar las mascarillas en los colegios y en interiores. El fin está más cerca.

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