La sociedad de pescadores de Carballiño presentará alegaciones contra una resolución de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil mediante la que obligaba a la entidad a construir una escala para el paso de peces en el canal de cría de truchas que gestiona en el barrio de Toscaña.
La sociedad solicitaba en el 2004 la autorización para el aprovechamiento hidráulico en dicho canal, con el fin de legalizar la actividad. Sin embargo, el organismo condicionó el permiso a la construcción de la escala para peces que, por otra parte, según declaraba el presidente de los pescadores, Alfonso Carballeda, 'a escala non era aceptada pola Consellería de Medio Ambiente porque podería verse afectada a fauna autóctona ó mezclarse coas troitas centroeuropeas do canal que se soltan só no coto intensivo'.
Los diferentes planteamientos retrasaron, en consecuencia, la concesión del aprovechamiento de 40 litros por segundo del agua del Arenteiro solicitada, hasta que en la pasada semana, la sociedad recibía una comunicación de la Confederación Hidrográfica anunciando una inspección para comprobar si la escala estaba hecha y que de no ser así se incoaría expediente sancionador.
Un encuentro posterior entre Alfonso Carballeda y el presidente del organismo, Francisco Marín, desbloqueaba finalmente el proceso de legalización, mediante la presentación de alegaciones en base a que el aprovechamiento del agua es para un coto intensivo de pesca, en el que se utiliza trucha centroeuropea.
Al respecto, Alfonso Carballeda, también anunciaba que el proyecto iniciado hace cuatro años para la cría de trucha autóctona está dando los primeros frutos, porque 'imos ter por primeira vez huevas dos 200 exemplares adultos capturados, son para repoblar o río e despois criaranse tamén no canal'.
Los diferentes planteamientos retrasaron, en consecuencia, la concesión del aprovechamiento de 40 litros por segundo del agua del Arenteiro solicitada, hasta que en la pasada semana, la sociedad recibía una comunicación de la Confederación Hidrográfica anunciando una inspección para comprobar si la escala estaba hecha y que de no ser así se incoaría expediente sancionador.
Un encuentro posterior entre Alfonso Carballeda y el presidente del organismo, Francisco Marín, desbloqueaba finalmente el proceso de legalización, mediante la presentación de alegaciones en base a que el aprovechamiento del agua es para un coto intensivo de pesca, en el que se utiliza trucha centroeuropea.
Al respecto, Alfonso Carballeda, también anunciaba que el proyecto iniciado hace cuatro años para la cría de trucha autóctona está dando los primeros frutos, porque 'imos ter por primeira vez huevas dos 200 exemplares adultos capturados, son para repoblar o río e despois criaranse tamén no canal'.
