La petición de 1.000 euros por un maltrato le resta credibilidad, en Ourense

La denunciante llegó a decir a una médica de cabecera que la atendió el día 7 que las lesiones que presentaba fueron ocasionadas por unas chicas en los vinos con las que se había pegado.

La Audiencia de Ourense revocó una sentencia del Penal 2 que condenaba a un año y ocho meses de prisión a un joven marroquí, Mohamed S., por un delito de malos tratos a su novia el 5 de noviembre de 2016 ya que, según el primer fallo, le fracturó la nariz tras una primera agresión esa misma noche.

El fallo fue recurrido alegando error en la apreciación de la prueba en tanto que la jueza ponderaba las declaraciones de las denunciante cuando, a juicio del letrado del acusado, eran "contradictorias y poco creíbles". 

La sala considera que la declaración de la víctima "no reúne los parámetros de credibilidad exigidos por la jurisprudencia para ser considerada como prueba de cargo". Según la sentencia de la Audiencia, "la víctima ha ofrecido en el curso del procedimiento versiones distintas y contradictorias sobre lo acontecido".

La denunciante llegó a decir a una médica de cabecera que la atendió el día 7 (el mismo día de la agresión también fue asistida) que las lesiones que presentaba fueron ocasionadas por unas chicas en los vinos con las que se había pegado. No obstante, la jueza del Penal no dio credibilidad a esa versión al entender que no quería causar daño a su pareja, máxime por entender lo impropio de acudir a los vinos a esas horas de la madrugada después de haber sufrido una primera paliza. La sala también aprecia motivos espúreos en la víctima "cuando exige 1.000 euros por daños al acusado o fuerza la existencia de un quebrantamiento". 

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