Piden 5 años de prisión para el falso enfermero de O Irixo

Rubén I.V. durante su detención en la comisaría de Delicias.
photo_camera Rubén I.V. durante su detención en la comisaría de Delicias.
Una de las residencias en que trabajó se presenta en el caso como acusación particular

La investigación sobre el caso del falso enfermero de O Irixo, Rubén I.V., ha concluido por parte de la titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Zaragoza. El joven, que comenzó su andadura en Galicia y la continuó en Aragón, acumula varios delitos. Supuestamente, valiéndose de un título universitario ficticio, trabajó de enfermero durante meses. Además, supuestamente accedía a las bases de datos de los pacientes, les ofrecía PCR a domicilio, usurpaba identidades y hurtaba en las viviendas de los pacientes. 

Ahora habrá que esperar a que se feche el juicio pero, mientras, el ministerio fiscal ya tiene  preparado su escrito de acusación. Además, una de las residencias de ancianos para las que trabajaba, Vitalia Expo, se presentó en el caso como acusación particular y solicita a la jueza la apertura de juicio oral contra Rubén  como presunto autor de un delito de intrusismo profesional, otro de hurto -se le acusa de saquear las taquillas de sus compañeros- y un tercero de falsedad documental. En total le piden cuatro años y nueve meses de prisión. 

La letrada del imputado,  Carmen Sánchez Herrero, explica que a su cliente “se le acusa de falsificar un título de la Universidad de A Coruña, de venir a trabajar a una clínica de Zaragoza con un currículum falso, de ejercer como falso enfermero y de robarle dinero a sus compañeros de trabajo en las taquillas”, explica. Por el momento, “pediremos la absolución y negaré los hechos”. 

UN PERSONAJE DE RECORRIDO

Rubén I.V. ingresó en prisión el 28 de marzo  tras ser detenido por segunda vez. Los hechos arrancaron en 2020, cuando supuestamente el acusado se creó un título falso de la Universidad de A Coruña y se inventó un número, también falsificado, del Colegio de Enfermería de Barcelona. Envió su currículum a diferentes hospitales y clínicas del norte y una falta de verificación de su documentación posibilitó que lo contratasen en el Hospital Begoña de Gijón y en un centro médico barcelonés, según informó la Policía Nacional. Más tarde comenzó a trabajar en otra clínica privada de la capital aragonesa, Vitalia Expo, donde, con su acreditación, accedía a las taquillas de otros trabajadores y se hacía con tarjetas, carteras y otros enseres. Ahora es este centro el que se persona como acusación particular. Además, en enero de este año, lo detuvieron por primera vez porque se corroboró que la documentación que aportaba era falsa.  

Así como fue detenido, fue puesto en libertad y, tras ello, un solo mes le bastó para ponerse de nuevo manos a la obra. El 11 de marzo una de las residencias en las que trabajaba dio cuenta de la desaparición de una tablet y de un acceso informático no autorizado. El joven, según el ministerio fiscal, accedía a las historias de los pacientes y, una vez en las bases de datos, se hacía con sus teléfonos y les ofertaba servicios a domicilio entre los que se incluían pruebas PCR. 

En una de estas visitas, fue interceptado por la Policía Judicial de Delicias (Zaragoza) y la jueza de Instrucción número 6 de la capital aragonesa  decretó su ingreso en prisión. La pantomima de Rubén I.V. llegó incluso a trascender a sus relaciones personales, el ourensano utilizaba apps de ligue para contactar con sanitarias. Se hacía fotografías vestido de enfermero y conseguía -chateando- que algunas le facilitasen el camino para acceder a empresas privadas.

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