No pierde la esperanza en Ourense, pese a las malas experiencias laborales

Floriana Di Brisco (32), natural de Lucera en la región italiana de Puglia
photo_camera Floriana Di Brisco (32), natural de Lucera en la región italiana de Puglia
Un testimonio más de una persona de origen migrante que trata de alcanzar una vida con dignidad en Ourense

Floriana Di Brisco (32), natural de Lucera en la región italiana de Puglia, también cuenta su testimonio. Es licenciada en Pedagogía Social por la Universidad Salesiana de Roma y, después de siete años en Ourense, trabaja unas horas en el perchero de la discoteca Luxus. Busca un segundo trabajo, pero le es imposible salir de la temporalidad. “Vine por un voluntariado de un año y me quedé, le cogí cariño a Ourense, la he sentido casa desde el primer momento”, explica. Pero admite que le “gustaría tener una vida más estable” para poder quedarse a largo plazo. 

Ha tenido varias experiencias malas en hostelería, la última el año pasado: “Tenía un jefe que iba pidiendo disculpas a los clientes por ser italiana”. “Ocurría sin que tuviera un error, o hiciera mal mi trabajo, era una forma que tenía de discriminarme”, señala. Según cuenta Floriana, el propietario no le pagó los días de trabajo que le debía al marcharse y dice que en el trabajo ha sentido “que no era bienvenida por ser extranjera”. 

Para ella ha sido imposible encontrar una actividad acorde a su cualificación. No puede costearse la homologación del título: “La universidad a la que fui es privada, pero hice prácticas en Cruz Roja, el problema es que en las empresas no me contratan así y es carísimo homologarlo”. Pese a la falta de ofertas, no pierde la esperanza.

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